![](/cadiz/prensa/noticias/201408/23/fotos/9334683.jpg)
El Congreso acogerá el martes el primer debate sobre la elección de alcaldes
El PP comprobará si hay algún grupo dispuesto a negociar su reforma y PSOE e IU si la oposición rechaza en bloque tocar la ley para las municipales
Actualizado: GuardarEl Congreso de los Diputados acogerá el próximo martes el primer debate institucional sobre la controvertida propuesta del Partido Popular para que se convierta por ley en alcalde, ya de cara a las elecciones locales de mayo de 2015, el candidato de la lista más votada en cada municipio.
La iniciativa, lanzada por Mariano Rajoy en junio pasado en una reunión del comité de dirección del PP, y defendida posteriormente a capa y espada por la cúpula popular y buena parte de sus alcaldes, ha centrado, junto al desafío soberanista catalán, el cruce público de declaraciones políticas del verano y ha cosechado un rechazo generalizado a abordar la modificación legal en este momento preelectoral de los demás partidos.
El foro para la discusión institucional será la Diputación Permanente del Congreso, el sustituto del pleno en períodos vacacionales, y la ocasión la han provocado PSOE e IU con la reclamación de que Rajoy comparezca de inmediato ante la Cámara baja para explicar con detalle su propuesta y para aclarar por qué quiere modificar la ley electoral a solo nueve meses de las municipales y si estaría incluso dispuesto a realizar la reforma aunque ninguna otra sigla la apoye.
Posturas previsibles
Ambas peticiones, como ya avanzó ayer el vicesecretario general de Política Autonómica del PP, Javier Arenas, serán rechazadas por la mayoría absoluta del partido que soporta al Gobierno, pero la oposición logrará su objetivo de provocar el primer debate oficial sobre la iniciativa, eso sí de escasa duración, mediante el turno de fijación de posiciones de que dispondrán todos los grupos.
La discusión del punto le permitirá al PP comprobar si, como parece, ningún partido va a ser receptivo a la negociación de la reforma que quiere abrir el próximo mes y PSOE e IU sabrán si el resto de formaciones opositoras están dispuestas a crear el frente común contra la medida que buscan desde anteayer para disuadir a los populares de caer en la tentación de sacar adelante el cambio legislativo con o sin consenso.
Los populares saben que van a escuchar un no rotundo de PSOE, IU, UPyD, PNV y Grupo Mixto (Amaiur, Esquerra, BNG, Coalición Canaria, Geroabai y Compromís-Equo). Todas estas formaciones disienten de impedir que el acceso a la alcaldía pueda ser fruto de un acuerdo de gobierno entre formaciones no ganadoras, pero sí mayoritarias, como ocurre ahora. Pero, sobre todo, rechazan cambiar las reglas electorales a solo unos meses de los comicios, especialmente porque creen que el PP lo hace por miedo a perder varias decenas de capitales.
Posiblemente, oigan también un no de CiU que, pese a estar de acuerdo con el fondo de la medida, no parece estarlo con el momento de abordarla, y que, como mínimo, le pedirá a cambio del apoyo otras modificaciones de la ley electoral -circunscripciones autonómicas en las europeas, listas abiertas, etcétera- que los populares no aceptan. De hecho, partidos con un solo diputado, como UPN y Foro, habituales acompañantes en las votaciones del PP, aunque no tienen asiento en la Diputación Permanente y no podrán intervenir el martes, tampoco admiten la reforma tan cerca de las municipales y sin un muy amplio consenso.
El PP, por el momento, relativiza e ignora la ausencia de respaldo para su proyecto e insiste en que en septiembre, cuando tengan una propuesta concreta y por escrito, plantearán a todos los grupos abrir una negociación y tratar de llegar a un consenso tras estudiar las alegaciones o cambios que les puedan formular. La dirección popular insiste en que hasta que no haya agotado todas las posibilidades de diálogo no desvelará si está dispuesta a aprobar el cambio antes de las municipales y en solitario o no.
Lo cierto es que de momento los únicos detalles de la posible propuesta que se conocen son globos sonda filtrados por el PP. Apuntan a que su deseo inicial es que el partido con un respaldo superior al 40% y con al menos cinco puntos de ventaja sobre la segunda lista tenga asegurada la alcaldía al asignársele de forma automática la mayoría de concejales. No obstante, si otros grupos quisiesen negociar, parece que estarían dispuestos a plantearse que el alcalde salga de una segunda vuelta entre los dos más votados.