Londres investiga si el verdugo es británico

La Casa Blanca confirmó ayer la autenticidad del vídeo que muestra la decapitación del periodista estadounidense James Foley, secuestrado en Siria en noviembre de 2012. Poco antes, el FBI había comunicado a la familia del reportero la veracidad del documento, en el que Foley se despedía de los suyos y acusaba al Gobierno de EE UU de ser el culpable de su ejecución por la intervención en Irak. Acto seguido, era degollado ante la cámara por un encapuchado que hablaba en inglés. Scotland Yard investiga el vídeo para confirmar los indicios que apuntan a que el yihadista es británico, según adelantó ayer el primer ministro David Cameron, que volvió de sus vacaciones en Cornualles para encabezar una reunión sobre la situación en Siria e Irak.

También el presidente de EE UU, Barack Obama, interrumpió brevemente su retiro en Martha's Vineyard para expresar su «consternación» y la del «mundo entero» por el «brutal asesinato de Jim Foley, con cuya familia habló por teléfono. «Les he dicho que todos tenemos el corazón roto por esta pérdida y que estamos con ellos». Obama hizo hincapié en que el «Estado Islámico no habla en nombre de ninguna religión», porque «ninguna fe enseña a masacrar inocentes».