Presentación de los nuevos billetes de cinco euros puestos en circulación este año. :: K. P. / REUTERS
Economia

Luces y sombras para el sistema bancario español

Moody's le augura un mejor comportamiento que al portugués o al italiano, aunque avisa de que aún pesa demasiado el deterioro de sus activos

MADRID. Actualizado: Guardar
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El sistema bancario español, sometido a un intensivo proceso de saneamiento y recapitalización en los últimos años, está listo para el definitivo despegue de su actividad. Así lo cree Moody's, que coloca a la banca española en mejores condiciones para afrontar los dos próximos años que las de otros países de la periferia europea. La agencia de calificación considera que, en el actual entorno macroeconómico, las entidades españolas tendrán «un mejor desempeño» que las italianas y las portuguesas «a medida que se relajan las condiciones de financiación y aumenta el crédito», si bien también aprecia nubarrones que tardarán en despejarse.

Moody's ha analizado las perspectivas de los bancos de cuatro países -los citados anteriormente, más Irlanda- y prevé que seguirán «diferentes sendas de recuperación tras las mejoras registradas» en sus respectivos entornos operativos. La agencia cree que los irlandeses tienen el potencial de registrar la mejora «más notable» en lo que queda de año y en 2015 -si bien parten de un punto más bajo- «gracias a que un mayor crecimiento de la economía irlandesa ofrecerá cierto impulso a estos bancos y mejorará el comportamiento de su cartera de activos».

«Los españoles también deberían registrar un mejor comportamiento en este periodo, a medida que se ralentiza el problema de la generación de préstamos y se alivian los costes crediticios», prosigue el informe. Y parece que al menos el segundo supuesto -aunque ambos están estrechamente ligados- se está cumpliendo. Las condiciones de financiación han mejorado fundamentalmente para el Estado y las grandes empresas, y entre estas se encuentran los bancos. «En los últimos años ha habido una restricción en la financiación en los mercados de las entidades españolas, pero ahora vivimos un momento relativamente dulce a este respecto, aunque este escenario puede tardar aún en consolidarse», apunta Juan Luis García Alejo, director de análisis y gestión de Inversis.

Los bancos pueden aprovechar además las subastas de liquidez que el Banco Central Europeo (BCE) llevará a cabo en septiembre y diciembre, que concederán a las entidades financieras europeas el importe equivalente al 7% de su saldo crediticio (excluidas hipotecas y préstamos al sector público) a un 0,25% de interés. Victoria Torre, responsable de análisis de Self Bank, se muestra más escéptica al respecto. «Estos factores deberían ayudar a impulsar el crédito. Pero los bancos han tenido varias oportunidades de abrir el grifo de los préstamos, y aún no se han decidido a hacerlo. Y el hecho de que, por ejemplo, el BCE haya impuesto una tasa negativa a los depósitos de los bancos por sí mismo no va a reactivar el crédito», sostiene.

Pese a que, como España, Irlanda sufrió las consecuencias de la burbuja inmobiliaria, Moody's prevé una mejora en la calidad de los activos de los bancos irlandeses, mientras que para los italianos, portugueses y españoles vaticina «una ralentización de la erosión de la calidad de sus activos en sus carteras». En el caso español, este comportamiento obedece a estabilización en la tasa de morosidad, que el pasado junio se situó levemente por encima del 13% tras dos meses de caída. «El ritmo de entrada de créditos dudosos va mejorando. Pero ahora hay que ver cómo ser recupera el sector de todos los que aún tiene. Y es que la herencia ha sido muy pesada», destaca García Alejo. Por eso, sostiene la agencia de calificación, «los procesos de ampliación de capital y los esfuerzos de consolidación no mitigarán completamente los desafíos en la calidad de los activos, y los ratios de solvencia seguirán siendo más débiles que los de las entidades de otros países de Europa».

Presión sobre la rentabilidad

También cree Moody's que «las presiones sobre la rentabilidad persistirán en Italia, Portugal y España, pero mejorarán en Irlanda». Es decir, que las dos patas sobre las que se sustenta el negocio tradicional de los bancos (el margen de intermediación y las comisiones) seguirán sin experimentar mejoras significativas. De todas formas, las entidades españolas sí que han advertido una incipiente mejora en este sentido durante el segundo trimestre del año, gracias sobre todo a la reducción del coste de los depósitos, y al traslado del ahorro desde éstos a los fondos de inversión, que proporcionan mayores comisiones a los bancos.

Con todo, la agencia de calificación -que según Citi, subirá el 'rating' de España en octubre- remarca que la recuperación de los cuatro sistemas bancarios parte de puntos de inicio muy diferentes en términos de fundamentos crediticios (eficiencia, capital, calidad del mismo, liquidez y beneficio neto). Por ejemplo, asegura que las burbujas inmobiliarias en Irlanda y España supusieron un deterioro más pronunciado en la calidad de los activos de las entidades financieras, algunas de las cuales hubieron de ser recapitalizadas con fondos públicos, lo que por ejemplo no sucedió en Italia.