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Cádiz, un barrio de moda en Amberes
Se encuentra junto al viejo muelle de la ciudad, que lo convierte en una península, y es hoy un recuerdo vivo de aquella relación comercial
CÁDIZ. Actualizado: GuardarUn recuerdo imborrable de la relación comercial entre Cádiz y Amberes aún sigue viva en la ciudad belga. Su antiguo muelle, abandonado durante años, recobra la vida en medio de una profunda rehabilitación que ha convertido al barrio portuario en el núcleo residencial de moda. Su corazón es Cadixplein, una enorme plaza, casi como un parque, que ha terminado dando nombre a toda la zona.
La disposición del enclave, situado al norte de la ciudad, lo convierte en una península definida por las dársenas del puerto, como la propia capital gaditana que le da nombre. Incluso el nuevo museo de arte contemporáneo, el MAS, con forma de cubo y un intenso color rojizo, recuerda a las terminales de contenedores del muelle de Cádiz. Precisamente una parte de este edificio fue levantado con viejos convoys y a lo largo de sus cinco plantas se cuenta la historia de las rutas comerciales entre Amberes y el resto del mundo. Las guías de la ciudad que edita la oficina de turismo lo incluyen ya como parada obligatoria y se extienden en la historia del puerto, que construyó el propio Napoleón y su barrio pesquero e industrial sin actividad desde principios del siglo XX.
Las calles del viejo Cadix adoptaron el nombre de todas las ciudades con las que se establecieron intercambios comerciales -Bombay, Londres, Riga, ...-. Todas ellas confluyen en la Cadixplein, por la que aún pasean los antiguos residentes que se marcharon hace años huyendo del abandono y la decadencia. Hoy los viejos almacenes cobra vida reconvertidos en edificios de apartamentos de diseño que conservan la estética industrial y marítima. También ellos hablan del auge de Cadix y de la relación con el que fuera el puerto comercial más importante de España, aunque casi no nos ubiquen en el mapa. Pero no se refieren al enclave por su nombre, lo siguen llamando el 'barrio amarillo' por el color de los almacenes.
Los nuevos proyectos y un intenso plan de rehabilitación han cambiado por completo su aspecto como en su día ocurriera con Santa María o El Pópulo, los barrios portuarios atestados de tabernas, refugio del contrabando y la prostitución. Allí lo que hace un siglo fuera una estación de carga se ha convertido en el edificio de un banco, un garaje es la Biblioteca Permeke y una fábrica sin actividad alberga un centro administrativo. Naves y molinos de harina son amplios apartamentos, centros de moda, tiendas y oficinas e incluso un ambicioso proyecto que prevé la construcción de más de un centenar de viviendas ha sido bautizado como Cádiz, con su acento y su zeta, recuperando el nombre original.