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Un temblor de 4,3 en la escala de Richter se deja sentir en la Sierra
El movimiento sísmico tuvo su epicentro en la localidad sevillana de Montellano y se sintió en Algodonales, Puerto Serrano y Villamartín, entre otros pueblos
SIERRA. Actualizado: GuardarMedio centenar de llamadas al Servicio de Emergencias 112 alertó ayer de que la zona de la Sierra de Cádiz, entre otras provincias andaluzas, estaba sufriendo un movimiento sísmico que provocó movimiento de muebles y pequeños temblores. El terremoto tuvo su epicentro en la zona Este de Montellano y contó con una intensidad de 4,3 grados de magnitud en la escala Richter. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) no tardó en confirmar este movimiento y las redes sociales se llenaron de comentarios de gaditanos que lo habían sentido.
Por proximidad geográfica con el municipio sevillano, el temblor se notó mucho en Puerto Serrano y Algodonales, aunque también se sintió en Villamartín, Algodonales, Olvera, Zahara de la Sierra, Prado del Rey, El Bosque, Ubrique y Arcos, entre otras poblaciones. Además de en Sevilla y Cádiz, también se dejó notar en las provincias de Huelva y Málaga, especialmente en los edificios más altos.
El terremoto más importante se produjo a las 15.38 horas y su origen se encontró a diez quilómetros de profundidad. Éste no llegó solo, aunque sí fue el más intenso y el que se llegó a percibir. En esta misma localidad sevillana se registró, de forma previa, otro temblor de 1,6 grados en la escala de Richter, a las 6.44 horas, y originado a 15 kilómetros de profundidad. Unos minutos después, a las 7.32, se registró otro en el Golfo de Cádiz, a 30 kilómetros de profundidad y con una intensidad de 2,3. Después del movimiento sísmico de 4,3 grados, en la zona donde se produjo se registraron media docena más de temblores, cinco de ellos en Montellano y uno en la también localidad sevillana de El Coronil, cuya intensidad osciló entre 1,5 y 2,8 grados de la escala Richter y que no llegaron a percibirse, según el IGN.
El temblor, por fortuna, no provocó daños ni personales ni materiales y se quedó sólo en un susto para los habitantes de estos municipios.