Oficiales de la Policía apuntan con sus armas a los manifestantes en una protesta contra la muerte de Michael Brown. :: JOSHUA LOTT / REUTERS
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Ferguson le estalla en la cara a Obama

Un muerto y decenas de heridos en una nueva jornada de disturbios desatados por la ira racial

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Paciencia. Es lo que había reclamado el fiscal general, Eric Holder, para llevar a cabo la investigación sobre la muerte de Michael Brown, el joven de raza negra abatido por los disparos de un policía cuando iba desarmado. Es un «paso crítico para restablecer la confianza entre las fuerzas del orden y la comunidad no sólo en Ferguson sino más allá», subrayó en un comunicado el lunes antes de poner rumbo a la ciudad, donde hoy tiene previsto conocer los avances de la investigación.

En este suburbio de St. Louis (Misuri) y alrededores, sin embargo, la calma queda muy lejos. Pasadas las 3 de la tarde -hora local- un hombre, que llevaba un cuchillo según las autoridades, resultó muerto por los disparos de un policía. Y desde hace diez días, tiene lugar una batalla campal cada noche en las calles de Ferguson, donde ayer se volvieron a protagonizar enfrentamientos entre las fuerzas del orden y la población, que acabaron con dos personas heridas de bala y al menos 31 detenidos.

Como en días anteriores, los manifestantes que reclaman justicia para Brown -cuyo funeral será el próximo lunes- salieron a la calle pacíficamente. Un escenario que cambió radicalmente durante la noche. El capitán de la patrulla de carreteras y responsable de la seguridad de la ciudad, Ron Johnson, explicó a los medios estadounidenses que la mayoría de los manifestantes actuaron de forma «pacífica y respetuosa; ellos no se enfrentan con la Policía». Otra cosa es cómo lo hacen «los delincuentes, que lanzan cócteles molotov y disparan» a los agentes.

Según Johnson, el lanzamiento de bombas de humo y gases lacrimógenos fue en respuesta a los altercados protagonizados por esa «minoría» de agitadores. Además, puntualizó, algunos de ellos no son locales sino que han venido desde California o Nueva York.

De nada sirvieron las llamadas en Twitter del gobernador de Misuri, Jay Nixon, a protestar «pacíficamente y apasionadamente», ni el levantamiento del toque de queda -que impuso el fin de semana-, ni el despliegue de la Guardia Nacional que fue autorizado el lunes con el objetivo de restablecer la paz. Ésta no sólo no llega sino que las tensiones aumentan.

También se extienden las marchas y los apoyos a Darren Wilson, el agente que disparó contra Brown el 9 de agosto y que está de baja administrativa. Wilson lleva cuatro años trabajando en el departamento de Ferguson y no tiene antecedentes disciplinarios.

En los últimos días, varios testigos y amigos del policía han explicado la versión de los hechos del agente, que sostiene que el joven le dio un puñetazo cuando intentaba salir del coche antes del tiroteo. Así lo contó una persona que se identificó como Josie en el programa de Radio América 'El show de Dana' y que no dio más detalles de su relación con Wilson.

Este martes, la cadena CNN entrevistó en el plató a la testigo Piaget Crenshaw, que corroboró que se había producido un forcejeo entre el agente y Brown antes de que apretara el gatillo. Otros testigos han asegurado que el joven tenía los brazos en alto cuando el policía disparó.

Desde los dos lados, se han puesto en marcha campañas para recaudar fondos y mostrar apoyo a Wilson y a la familia de Brown.

La otra ofensiva que se libra estos días es en qué circunstancias murió Brown, que recibió seis disparos -dos de ellos en la cabeza y cuatro en el brazo derecho-, según la autopsia practicada este domingo por el forense Michael Baden a petición de la familia. Sus conclusiones fueron las primeras que se hicieron públicas y arrojaron cierta luz sobre el caso. Del examen practicado por las autoridades del condado de St. Louis un día después del tiroteo, sólo se transmitió oficialmente que Brown había sido disparado en la cabeza y en el pecho en múltiples ocasiones.

Como parte de la investigación en curso, el informe no es público pero está en la oficina del fiscal. Sin embargo, ayer trascendieron algunos detalles, como que había restos de marihuana en el sistema de Brown y de los que informó el 'Washington Post'. La tercera autopsia, encargada por el Fiscal General Eric Holder, se practicó este lunes y fue llevada a cabo por «uno de los forenses militares con más experiencia», subrayó. Este examen forma parte de la investigación federal sobre derechos civiles en la muerte de Brown, que ha llevado a más de 40 agentes del FBI hasta Ferguson.