El clima y el éxodo rural marcan la evolución de los incendios forestales
El fuego lleva arrasadas 33.500 hectáreas entre enero y agosto, una cuarta parte más que en los mismos meses de 2013
MADRID. Actualizado: GuardarLos incendios forestales vuelven a amenazar los bosques españoles. El año 2014 está siendo especialmente alarmante, dado que el fuego ha arrasado ya 33.492,37 hectáreas, una cuarta parte más respecto a los mismos meses de 2013, que reflejaban un total de 26.565,4 hectáreas devastadas por las llamas.
Las diferencias climáticas, el tipo de vegetación, las condiciones ambientales o las actividades socioeconómicas condicionan la proliferación de incendios forestales en una determinada zona. Así lo establece un estudio de la Universidad de Alcalá de Henares, dirigido por la investigadora Vanesa Montero, que dibuja la evolución de la quema forestal en España a lo largo de más de cuarenta años.
El análisis del número de incendios y la superficie quemada, que junto a la estacionalidad, intensidad y severidad definen el régimen de incendios, evidencia la evolución de los siniestros entre 1968 y2010 en las tres regiones analizadas, noroeste, interior y región mediterránea.
En el noroeste se registró un incremento de los siniestros y la superficie quemada durante la estación vegetativa (de mayo a noviembre) en 1973 y 1977, por el contrario se produjo un descenso significativo en 1990. La zona interior presenta una evolución muy similar, con puntos al alza en el número de fuegos en 1977 y 1984, y una disminución considerable en 1991. Por último, la región Mediterránea es la única que presenta una tendencia a la baja tanto en el número de incendios como en la superficie quemada, con puntos clave de ese descenso en 1994 y 2005.
Los investigadores han vinculado esta evolución a los factores climáticos y ambientales, aunque el impacto de estas alteraciones varía entre regiones y periodos estacionales. La variabilidad del clima, que ha contribuido al aumento en la frecuencia de las sequías y el incremento de las temperaturas, constituye el principal impulso de la tendencia al alza en el número de incendios y la superficie quemada.
Éxodo rural
La utilización del fuego y los cambios en la estructura socioeconómica también han sido identificados como un condicionante de las variaciones en el régimen de incendios forestales a lo largo de las últimas cuatro décadas. El progresivo abandono del pastoreo tradicional, que utilizaba el fuego para regenerar pastos, provocó un descenso del número de incendios. Sin embargo, el éxodo rural y el progresivo abandono de las tierras agrícolas incrementaron la superficie quemada.
«Cada región tiene un régimen distinto. En el noroeste los incendios presentan dos estaciones. Una entre finales de invierno y principios de primavera y otra en verano. En la zona mediterránea los fuegos son más habituales durante el periodo estival», precisa Vanesa Montero, directora de la investigación.
La prevención y la extinción de los incendios forestales «ha evolucionado y se ha mejorado la efectividad mediante la formación de profesionales e introducción de tecnologías», destacó la experta.
No obstante, la efectividad de los medios de extinción de incendios disminuye considerablemente en caso de condiciones extremas de temperatura, viento o existencia de múltiples focos. «La crisis ha ocasionado una reducción en la plantilla que podría derivar en la disminución de la eficiencia en la extinción de incendios», concluye Montero.