ESPAÑA

Extranjeros en su casa

La mayoría de sus alcaldes se quejan de que las peleas competenciales entre los órganos políticos superiores perjudican a los ciudadanos

MADRID. Actualizado: Guardar
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Son los enclaves interterritoriales. Los hay que, estando situados en una comunidad autónoma dependen políticamente de otra y los que, aunque forman parte de la misma, pertenecen a una provincia distinta. Estas situaciones difíciles de explicar tienen un origen anacrónico. La mayoría se remontan a la Edad Media, cuando las disputas territoriales entre reinos y familias eran muy habituales. Y la ordenación territorial de estos enclaves ha perdurado hasta nuestros días, lo que deriva en conflictos entre las regiones colindantes a la hora de asumir competencias para la prestación de servicios a los habitantes de estos lugares, que a la postre son los que pagan las consecuencias de este embrollo.

El caso más conocido es el del Condado de Treviño, territorio burgalés incrustado en la provincia de Álava. Anne Ganuza, de tres años y residente en Treviño, falleció en marzo de este año. Su muerte se habría evitado si el Hospital Universitario de Álava hubiese atendido la solicitud de sus padres de enviar una ambulancia en lugar de remitirles al servicio médico en Burgos, a 98 kilómetros de distancia del Condado por los solo 20 a los que está Vitoria. Este suceso llevó al alcalde de Treviño, Ignacio Portilla Moraza, a plantear en el Parlamento vasco la adhesión a Álava para evitar que se repita una tragedia de este tipo. La propuesta será debatida en el Congreso en septiembre.

La villa de Orduña fue fundada en 1229 por don Lope Díaz de Haro, sexto señor de Vizcaya, y siempre ha pertenecido a esta provincia pese a que se encuentra en Álava. Según su regidor, Carlos Arranz, esto produce un sinfín de trabas en servicios básicos como la recogida de basuras, el desarrollo de un plan turístico o la construcción y reparación de carreteras. Cualquier iniciativa común requiere de la participación económica de las Diputaciones de Vizcaya y Álava y, como apunta Arranz, «nadie quiere poner un euro en la hucha del otro». La solución a los problemas de los orduñeses no pasa por su anexión a Álava, pues «se sienten de su tierra», dice su alcalde, que cree que existen suficientes herramientas políticas para una prestación eficiente de servicios públicos y el problema se inscribe en una falta de voluntad política.

El Rincón de Ademuz está localizado entre Aragón y Castilla-La Mancha, pero aun así pertenece a Valencia. Existen múltiples versiones sobre el porqué de la situación del Rincón de Ademuz. Todas se remontan a la Edad Media y apuntan a conflictos entre los reinos de Castilla y Aragón. Fernando Soriano, su alcalde, se declara conforme con esta situación, porque sus vecinos gozan de todos los servicios necesarios. Apunta una sola incidencia con la Consejería de Transportes de la Comunidad Valenciana, que suprimió la línea que unía el Rincón de Ademuz con Valencia. Dice Soriano que sus ciudadanos no tienen los problemas con los que se encuentran otros enclaves, pero da la bienvenida a una norma que regule su situación porque es consciente de que en caso de romperse alguno de los convenios actuales podrían producirse incidencias similares.

Santiago Martín es el primer edil de Anchuras, territorio que pertenece a Ciudad Real pero está enclavado en Toledo. El enclave se remonta a la Desamortización de Mendizábal en 1836, cuando se adhirió a Ciudad Real por haberse quedado esta provincia con poco terreno de sierra. Aunque el alcalde reconoce que sus ciudadanos tienen cubiertos todos los servicios básicos por los acuerdos entre ambas provincias, se queja de disputas en el ámbito medioambiental. Toledo y Ciudad Real delegan competencias entre sí y los vecinos de Anchuras sufren los desacuerdos. A modo de ejemplo, Campos menciona la reducción de efectivos antiincendios de catorce a siete. «Nadie nos consultó esta decisión que, lógicamente, no compartimos», señala el alcalde, que añade que «existen pequeñas disputas que llevan a situaciones ilógicas».

Otros enclaves

Existen otros enclaves más pequeños como Valle de Villaverde, territorio cántabro emplazado en Vizcaya; la Dehesa de la Cepeda, que es madrileña y se sitúa en Ávila; Berzosilla, que pertenece a Palencia y se ubica entre Burgos y Cantabria; la Petilla de Aragón, localidad navarra emplazada en Zaragoza; Lastrilla y Cezura, municipios palentinos enclavados en Cantabria; la burgalesa Sajuela, que se encuentra en La Rioja; Roales de Campos, que es de Valladolid pero se sitúa entre Zamora y León; y Villodrigo, localizado en Burgos y perteneciente a Palencia. La mayoría son entornos rurales y algunos se encuentran prácticamente deshabitados.