La economía de la zona euro frena en seco
El PIB de la eurozona se estanca en el segundo semestre, lastrada por el retroceso en Alemania el parón de Francia y la recesión de Italia
MADRID. Actualizado: GuardarLas alarmas habían comenzado a saltar semanas atrás, y ayer se confirmaron los malos augurios: la economía de la zona euro ha frenado en seco. Después de varios trimestres de leves pero constantes crecimientos, el PIB de los países de la moneda común arrojó un crecimiento nulo entre abril y junio, según los datos publicados por la oficina estadística comunitaria Eurostat. El buen comportamiento de España, Portugal (ambos países con un 0,6% de crecimiento) y Holanda (+0,5) no resultó suficiente para compensar el atasco de la locomotora europea: Alemania cayó un 0,2% y Francia se ha estancado en el 0%, a lo que hay que añadir el dato ya conocido de Italia, que ha entrado en recesión técnica después de que su PIB cediera un 0,2%. El conjunto de Europa mejora el dato de la zona euro, al progresar un 0,2%, cifra inferior en todo caso a la esperada. En este escenario, el Banco Central Europeo (BCE) ha revisado a la baja (en una décima) sus previsiones de crecimiento de la zona euro para este año.
Hace una semana, el presidente de la entidad emisora, Mario Draghi, alertaba de que los riesgos geopolíticos ponían en peligro «la débil, frágil y desigual recuperación» de la economía en la Europa de los Veintiocho, que en el primer trimestre del año avanzó un 0,2%. El banquero italiano aludía más bien a los efectos que las tensiones en Ucrania y Rusia pueden tener sobre la marcha de la economía europea en los próximos meses, pero lo cierto es que tanto Bruselas como Berlín creen que las primeras consecuencias de las turbulencias geopolíticas ya se han dejado sentir en los datos del segundo trimestre del año.
El Instituto Federal de Estadísticas alemán (Destatis) achacó la caída del PIB germano a la contribución negativa del comercio exterior y el parón en la inversión de las empresas. También al hecho de que el clima inusualmente benigno del invierno alemán ayudó a impulsar la actividad económica del país durante el primer trimestre, que terminó con un crecimiento del 0,7%. Sara Baliño, socia de Analistas Financieros Internacionales (AFI), cree que en el caso alemán «ha existido una confusión, o una clara divergencia, entre lo que decían los indicadores de confianza de los consumidores y de las empresas, y los indicadores adelantados reales». Por ejemplo, el de la producción industrial, que pese a crecer un 0,3% en junio, se quedó muy por debajo de las expectativas del mercado, que esperaba un 1,2%.
El caso de Francia, la segunda mayor economía de la eurozona, es el del alumno que vuelve a suspender el trimestre por no hacer los deberes. La exigencia de nuevas y más profundas reformas estructurales -que Bruselas hizo ayer extensiva a todos los países-tiene sin embargo a Francia como uno de sus más claros destinatarios. El país vecino encadenó su segundo trimestre de crecimiento nulo, lo que reduce a prácticamente la mitad el objetivo del 1% que el gobierno de François Hollande se había impuesto para el conjunto de 2014. El tercer vagón de la locomotora europea, Italia, camina marcha atrás por segundo trimestre consecutivo (-0,2%), así que las buenas noticias apenas llegan solo desde España, Portugal y Holanda. Fuera de la zona euro, Gran Bretaña crece un 0,8% -un ritmo que prácticamente mantiene desde hace un año- y se consolida como la gran referencia económica del continente.
Precios a la baja
El atasco de la eurozona se produce en un momento en el que los precios continúan a la baja, lejos del objetivo del 2% marcado por el BCE, «un claro síntoma de que la demanda interna europea no tiene aún el pulso suficiente para tirar de la economía», opina Sara Baliño. Eurostat también hizo públicos los datos de la inflación en la zona euro, que en julio se situó en el 0,4%, una décima por debajo del repunte de junio. Es la menor subida de los precios desde octubre de 2009.
Para acabar de añadir un tono un poco más sombrío a este panorama, el panel de expertos del BCE ha recortado su previsión de crecimiento del PIB e inflación para la zona euro. Los participantes en la encuesta realizada por el instituto emisor auguran una expansión de la economía del 1% en 2014, una décima menos de lo previsto, debido a riesgos relacionados fundamentalmente «con el impacto de las tensiones geopolíticas, así como la menor demanda externa». Eso sí, mantiene el 1,5% para 2015. En cuanto a la evolución de los precios, ha rebajado las previsiones para 2014 a un 0,7%, dos décimas menos que en mayo, mientras que el año que viene prevén un 1,2%, frente al 1,3% del pronóstico anterior.