Tras los dos siniestros, el Estado malasio nacionaliza la compañía.:: EFE
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Malaysia Airlines comienza su proceso de resurrección

La aerolínea, afectada por la pérdida de dos aviones este año, abandona la cotización en bolsa y prepara una reconversión total

SHANGHÁI. Actualizado: Guardar
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Puede que la supervivencia de Malaysia Airlines resida, aunque parezca contradictorio, en que deje de existir Malaysia Airlines. Porque, aunque es posible que la aerolínea 'de bandera' de Malasia, no haya tenido nada que ver en ninguno de los dos sucesos que la han llevado al borde de la bancarrota, lo cierto es que la desaparición del vuelo MH370 en marzo, sobre algún lugar del Océano Índico, y el derribo del vuelo MH17 el mes pasado en Ucrania han supuesto un duro mazazo para la imagen de la compañía y para la venta de billetes. Como si fuese víctima de una profecía, los clientes obvian las cinco estrellas Skytrax que certifican la excelencia de su servicio y asocian su nombre y su logotipo al mal fario.

Así, no faltan voces que exigen una reconversión total de la aerolínea, que supondría incluso un cambio de nombre y un rediseño total de su librea (uniforme). Y parece que el Gobierno ha tomado nota y les hará caso. Por eso, ayer decidió suspender la cotización de la aerolínea en bolsa y anunció la retirada de la empresa del parqué. De esta forma, la compañía será completamente pública, y los dirigentes malasios tendrán carta blanca para iniciar los cambios que requiere. Actualmente, el Estado controla el 69% de las acciones a través de la empresa pública Khazanah Nasional, y ha propuesto a la junta directiva la compra del resto a 6 céntimos de euro, lo cual supone un 29% más de lo que se ha pagado por cada acción en los últimos tres meses. Así, a Malasia la operación le costará unos 320 millones de euros.

En números rojos

«Este es el primer paso de una reforma total que requerirá la estrecha participación de todas las partes involucradas. Y es imprescindible llevarla a cabo para que nuestra aerolínea nacional vuelva a ser rentable como una entidad comercial y para que cumpla su función como un elemento clave de nuestro desarrollo», justificó Khazanah Nasional en un comunicado. Todos los analistas dan por hecho que el Gobierno utilizará esta ocasión también para buscarle un nuevo modelo de negocio a Malaysia Airlines, cuyas pérdidas en los últimos tres años ya pusieron en duda su viabilidad antes de las dos tragedias que ha sufrido en lo que llevamos de 2014. Si se suman los resultados negativos de la compañía desde 2002, los números rojos ascienden a nada menos que 1.500 millones de euros.

Un problema añadido al que habrán que hacer frente, apuntan algunos en los medios de comunicación malasios, es la obligatoriedad de que la compañía vuele en rutas que son deficitarias sólo porque forman parte de una estrategia de cohesión nacional. Y luego está la gran fuerza que tienen trabajadores y sindicatos, que se oponen a una reestructuración de personal que en cualquier empresa privada ya se habría llevado a cabo hace mucho tiempo. «No estoy seguro de que el nuevo plan vaya a tener éxito porque quizá no trate de poner solución a la raíz del problema», aseguró ayer a Associated Press el fundador del instituto de aviación comercial Endau Analytics, Shukor Yusof. De momento, a Malaysia Airlines no le sobra el tiempo, ya que está quemando sus reservas de capital a una velocidad de vértigo: dos millones de dólares al día.