ESPAÑA

Mas dice que no dará marcha atrás y que si se prohíbe la consulta habrá plebiscitarias

El presidente de la Generalitat no entiende por qué Rajoy cree que las aguas volverán a su cauce. «No hay plan B; el plan es votar», insistió

MADRID. Actualizado: Guardar
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Artur Mas utilizó su balance del curso político para tranquilizar a los que tras la entrevista con Mariano Rajoy, hace una semana, temieron que esté empezando a flaquear en su compromiso de conducir el desafío secesionista catalán hasta un proceso de autodeterminación, con el objetivo declarado de lograr un estado propio.

El presidente de la Generalitat aseguró ayer, tras la reunión con su gabinete, que la hoja de ruta soberanista, pactada con Esquerra, con Iniciativa y con las CUP, sigue intacta y que a finales de septiembre o a principios de octubre, según cuando esté en vigor el marco legal que lo permita, convocará la consulta secesionista para el 9 de noviembre, con las dos preguntas pactadas desde diciembre pasado.

El líder de CiU también señaló que aunque el Estado, a través del Tribunal Constitucional, logre impedir la celebración de este referéndum, ese traspiés no será el final de nada. Indicó que no tiene la más mínima intención de dar marcha atrás en su compromiso para que los catalanes ejerzan el derecho a la autodeterminación, a decidir si quieren seguir o no formando parte de España, y dio a entender que si no lo pueden hacer mediante la consulta lo harán en unas elecciones autonómicas anticipadas, que tendrían un carácter plebiscitario.

Mas resumió su determinación a llevar a delante estos compromisos, que recordó que son demandas de una mayoría política y social, con una frase tajante que repitió en varias ocasiones. «No hay plan B; el plan es votar». «Aquí -añadió por si alguien no había captado su decisión-, tengo que poner toda la carne en el asador».

El presidente de la Generalitat, a preguntas de los periodistas, dijo desconocer por qué Rajoy, dos días después de su reunión en la Moncloa, aseguró sentirse «tranquilo» pese al pulso soberanista en Cataluña, indicó que la unidad de España no corre peligro alguno, y mostró su seguridad en que, no sin algunas dificultades, «las cosas volverán a su cauce». «Si el presidente Rajoy está tranquilo, me alegro, pero yo no le he dicho nada nuevo», concretó.

Recordó que él siempre se ha comprometido a que todas sus actuaciones en la vía soberanista serán, además de democráticas y dialogadas, legales y dijo que se reafirma en ello. Aclaró que, de hecho, la convocatoria de la consulta será completamente legal, porque quedará habilitado para ello unos días antes por la ley de consultas que aprobará el 80% del Parlamento catalán, ya que contará con el apoyo casi seguro del PSC.

Por lo tanto, Artur Mas indicó que la consulta del 9 de noviembre, para la que dijo tener ya preparada toda la infraestructura precisa para su celebración, «será legal y se hará» salvo que el Gobierno central pida su paralización, primero, y anulación, después, al Tribunal Constitucional. «Nuestra respuesta es que no será ilegal si ellos no la convierten en ilegal», añadió.

El presidente de la Generalitat se resistió, como ya hizo en su comparecencia de hace una semana en Madrid, a adelantar qué hará si el Estado consigue finalmente que el referéndum quede prohibido -proscripción que él nunca ha mostrado intención de violentar-, pero sí que dio algunas pistas, indicios que apuntan a un adelanto electoral en clave plebiscitaria.

Fortaleza ante el 'caso Pujol'

Dijo que aunque él siempre quiso agotar la legislatura, que termina en noviembre de 2016, no puede asegurar que lo haga, porque «no se pueden confundir los deseos con la realidad». «Las fases se han de ir ejecutando en función de lo que pase, y nuestro plan es votar», aclaró.

Artur Mas ya no tiene tan claro que el escándalo desatado por el fundador de CiU, Jordi Pujol, no vaya a afectar al hasta ahora mayoritario proceso soberanista. Lo que sí tiene claro es que para evitar que esta bomba política ponga en riesgo el éxito de la vía secesionista «Cataluña tiene que demostrar su fortaleza psicológica» para superar este y otros «desafíos y pruebas como montañas» que cree que se vivirán en las próximas semanas, según se aproxime el choque de trenes institucional. Recordó que septiembre será un mes «clave», por la celebración de una Diada que espera pacífica, reivindicativa y multitudinaria, por la aprobación de la ley de consultas y por la convocatoria para el 9-N, por lo que pronosticó que, «o tenemos fortaleza psicológica como pueblo, o acabaremos doblando la cabeza».

Mas desligó el éxito en los 23 problemas de inversión, infraestructuras, financiación o mejora de servicios públicos en Cataluña para los que pidió una solución a Rajoy del pulso sobre la consulta. Indicó que no espera noticias antes de septiembre y que pretende llegar a acuerdos antes de final de año.