Soldados israelíes, en un tanque Merkava, celebran la vuelta a casa tras ser relevados. :: G. C. M. / AFP
MUNDO

Israel se queda sin colaboradores en Gaza

El Ejército hebreo encuentra dificultades para desplegar redes de informadores palestinos dentro de la Franja

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En el garaje apenas se puede respirar. Donde antes se guardaba un coche ahora duermen 25 personas de la misma familia. Huyeron de Shejaiya, barrio del este de Gaza que ha quedado arrasado, y sobreviven de las ayudas de la gente. A Mahmud, nombre ficticio, no le dejan un segundo solo. «Estoy pasando unos días horribles; además del peligro, me siento doblemente vigilado por todos debido a mi pasado», confiesa a las puertas del garaje al que la ONG Agencia Nacional para el Cuidado de Familias (NAFC) le ha traído unos colchones y algo de comida para los suyos. Esta organización ha roto un tabú en la Franja y es la primera que ha puesto en marcha un proyecto para integrar a los palestinos que han cumplido su pena acusados de colaborar con el enemigo, y ayudar a sus familias.

Mahmud salió de la cárcel hace seis meses después de cumplir tres cuartas partes de la condena de siete años que le impusieron por «colaboración con Israel», el peor de los delitos que se puede cometer en Gaza. «No tuve ni tiempo de empezar a cooperar, pero acepté una cantidad de dinero y lo pagué muy caro, me arrepiento cada día», confiesa. Este joven de 29 años era miembro de las Brigadas Quds, brazo armado de la Yihad Islámica, y una mañana recibió una llamada de la Inteligencia israelí. La voz al otro lado de la línea le dijo que conocía bien su complicada situación económica y le ofrecía 600 NIS (130 euros al cambio) que podría recoger bajo la cisterna de agua de su mezquita. Retiró el dinero del sitio acordado al día siguiente e inmediatamente recibió una llamada en la que le preguntaban por los lugares por donde solían patrullar habitualmente y respondió. Los remordimientos le hicieron confesar lo ocurrido e inmediatamente fue apartado del grupo y puesto a disposición de la Inteligencia de Hamás, que le interrogó y le llevó ante el juez.

El diario 'Al-Quds' informó de la ejecución de cuatro colaboradores y la detención de trece sospechosos en los primeros diez días de la 'operación Margen Protector'. Fuentes de seguridad consultadas en Gaza asegura que el móvil principal no es el dinero, Israel no paga más de dos o tres euros diarios a los informadores, sino que en la mayoría de ocasiones son víctimas de chantaje. Después de las ofensivas de 2008 y 2012, que estalló tras el asesinato selectivo de Ahmed al-Jabary, líder militar islamista, Hamás ha extremado las medidas para evitar traidores. El Ministerio de Interior de la Franja ofrece anonimato a quien se entregue de forma voluntaria, le detienen, pero no dan su nombre ni hacen público el motivo de la condena, una medida que permite que la familia no quede estigmatizada. Sobre el papel parece un buen trato, pero en la práctica resulta muy complicado silenciar algo así en la Franja.

Otra de las medidas que los islamistas han puesto en práctica por primera vez durante esta ofensiva es el arresto domiciliario de sospechosos de Fatah para que no puedan facilitar información a las autoridades de Ramala, donde hay acuerdos de seguridad con Israel.

«Desde que me pusieron en libertad no voy ni a la mezquita, rezo en casa. Tengo el contacto mínimo con la gente y la mayoría me ha retirado el saludo», asegura Mahmud en el testimonio realizado a la NAFC. Tras un periodo piloto de seis meses con 35 familias, la organización cuenta ahora con una lista de 143 a las que apoya con ayuda psicológica y económica. Los responsables consultados en Gaza aseguran que los fondos provienen de donaciones privadas y de las distintas facciones palestinas y han logrado que las autoridades religiosas permitan que se peguen en las mezquitas carteles en los que se puede leer que las familias no tienen que pagar por haber tenido un colaborador en casa.

Palos de ciego

«El gran fracaso de Israel en esta ofensiva es la falta de Inteligencia, no han parado de dar palos de ciego porque no tienen la red de informadores que tenían antes», opina el analista Ibrahim al-Madhum. Hasta el momento no han podido matar a ningún cabecilla islamista y los ataques a las viviendas de líderes de las milicias sólo han servido para castigar a los vecinos. «Sin alguien que les señale los objetivos desde el terreno están perdidos», concluye Al-Madhum, que destaca la respuesta militar de las milicias palestinas, especialmente de las Brigadas Ezedin al-Qassam, brazo armado de Hamás.

Mahmud sale a la puerta del garaje para despedir al periodista extranjero. Los vecinos acuden pensando que se trata del personal de la NAFC que ha acudido a darle más ayuda y reclaman también atención para ellos. Aunque acaba de llegar a esta calle del centro de Gaza, todos saben de quién se trata y qué hizo. En Gaza no hay secretos y la colaboración con Israel es imperdonable.