Los investigadores inspeccionan un trozo de fuselaje. :: REUTERS
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Recogen nuevos restos humanos en la zona donde cayó el MH17

El equipo internacional consigue acceder al lugar por un 'corredor de seguridad', mientras siguen los combates en el este de Ucrania

KIEV. Actualizado: Guardar
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La incursión de un pequeño equipo de investigadores internacionales llevada a cabo el jueves en el lugar donde cayó el Boeing 777 de Malaysia Airlines, aunque breve, ha logrado abrir una vía para que los expertos puedan trabajar por fin sobre el terreno para recoger restos, tanto humanos como pertenencias personales y partes del avión. Ayer, un convoy de 14 vehículos llegó al lugar con 53 forenses holandeses y 38 australianos, acompañados por diez observadores de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE), a través de un corredor seguro consensuado por el Grupo de Contacto (Ucrania, Rusia y la OSCE).

El responsable de la misión de repatriación, el holandés Pieter-Jaap Aalbersberg, apuntó que los expertos se llevaron ayer «todos los restos humanos encontrados» en el área del desastre, y comunicó el inicio de «una nueva fase» de los trabajos, que supondrá el traslado de la base de operaciones desde Járkov -que se mantendrá como centro logístico- a Soledar, al noroeste de la 'zona cero'. Separatistas prorrusos que controlan el amplio territorio donde cayeron los restos del avión aseguraron a la agencia rusa RIA-Nóvosti tener localizado «un gran fragmento de fuselaje junto a la localidad de Petropávlovka. No lo hemos levantado a la espera de que lleguen los expertos. Debajo puede haber cuerpos».

Más de 200 especialistas trabajan en Holanda en la identificación de los cuerpos hallados en el lugar donde cayó el vuelo MH17, supuestamente derribado por un misil desde la parte prorrusa de Ucrania el pasado 17 de julio. Este proceso se está llevando a cabo en la base militar de Hilversum, en el norte del país. De momento hasta allí han llegado 228 féretros, pero los restos que contiene cada uno de ellos no tienen por qué corresponder a una sola víctima, por lo que los exámenes podrían durar meses.

Protección armada

La investigación sobre el terreno sumó ayer una nueva colaboración, la de representantes de la agencia federal de la aviación rusa, Rosaviatsia, que llegaron a Kiev la víspera con intención de desplazarse a la zona de la catástrofe. El subdirector de la Rosaviatsia, Oleg Storchev, entregó a la comisión de investigación internacional los datos de los controladores aéreos rusos sobre el siniestro, ocurrido a unos 50 kilómetros de la frontera entre Rusia y Ucrania. También facilitó otros datos que habían sido solicitados por Kiev, aunque no trascendió su contenido.

La tarea de los expertos internacionales en el este del país no será fácil mientras continúen los combates. El parlamento ucraniano autorizó el jueves el despliegue en el área de la catástrofe de policías armados holandeses, australianos y malasios para garantizar la seguridad de los forenses. El mandato, que para los separatistas es equiparable a «una intervención militar de facto», concluirá cuando acabe la investigación.

Sin embargo, el primer ministro holandés, Mark Rutte, apuntó ayer que los responsables de la misión quieren seguir trabajando por ahora «sin armas». Rutte explicó que la misión cuenta actualmente en Ucrania con 332 miembros, de Holanda y Australia, y el jueves se han incorporado 68 investigadores de Malasia, un equipo que se incrementará gradualmente. Holanda prevé enviar a corto plazo otros 60 expertos forenses y 60 agentes de la Policía Militar.