Cosas que ni el tiempo cambia
Actualizado: GuardarDa igual cómo haya evolucionado la sociedad o el tiempo que pueda transcurrir, hay cosas que no cambian. Tendrán otro nombre y serán otros los protagonistas pero hay situaciones que se vuelven a repetir una y otra vez, y más en verano. Corría el año 1931 cuando los huérfanos de Correos pasaban unos días en la ciudad en la Escuela del Mar, hoy son los niños bielorrusos o los saharauis los que disfrutan de unas vacaciones en paz. Tampoco faltan las excursiones de los habitantes de los pueblos de la provincia, aunque ahora vengan todos en autobús.