Borja Prado, presidente de Endesa. :: XXX
Economia

Enel empequeñece a Endesa y se queda con sus activos en Latinoamérica

A la eléctrica italiana la operación le saldrá casi gratis, pues obligará a su filial a dar un dividendo extra de 7.000 millones y se quedará el 92%

MADRID. Actualizado: Guardar
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Jugada maestra de Enel en Endesa donde, claro está, juega con las cartas marcadas pues desde 2009 controla el 92% del capital social tras la salida de Acciona, el socio con el que se alió para impedir la entrada de la alemana E.On. La compañía energética italiana -controlada por el Estado con más del 30% del accionariado- ha decidido sacar de la eléctrica española su parte mollar -es decir, la más rentable- y, además, casi gratis. Hablamos de sus activos en Latinoamérica, que aportan más del 40% de sus ingresos aunque el cambio de divisas está reduciendo el peso de sus beneficios -186 millones de euros hasta junio-.

Se trata de la joya de la corona de Endesa, que durante bastante tiempo ha sido la eléctrica con más presencia en la región: Chile, Perú, Argentina y Colombia, con más del 20% de cuota local en todos los casos, además de una parte aún minoritaria en el mercado brasileño. Esos activos, que la compañía empezó a conformar en los 90, se integraron el año pasado en Enersis junto al resto de los activos de Enel en la zona.

De esa sociedad, la compañía española controla el 60,6%, una participación con un valor de mercado próximo a los 7.500 millones de euros al día de hoy. No obstante, es probable que el precio que se le ponga sea algo menor -las fuentes consultadas apuntan a una horquilla de entre 6.500 y 7.000 millones-, dado que el grupo atenderá al consejo de «expertos independientes» que considerarán también otros aspectos.

De esa suma, no obstante, Enel logrará resarcirse, al menos, en un 92%. Para ello obligará a Endesa -«formalizará una propuesta vinculante para su aprobación», señala de forma eufemística en el comunicado remitido ayer a la CNMV- a repartir un dividendo extraordinario y, además, en efectivo, que habrá de ascender, «al menos», a la misma cantidad que perciba por sus activos latinoamericanos. Hablamos, de una cifra mayor incluso que la suma de sus beneficios de los cuatro últimos ejercicios: 6.363 millones.

Antes de finales de año

Según los planes del grupo italiano, la operación se ejecutará durante el último trimestre, salvo que haya problemas para obtener el visto bueno de los reguladores de los mercados afectados. El 8% de ese dividendo iría a parar a los accionistas minoritarios que precisamente podrían ver incrementado su peso en el capital social en los próximos meses.

Esa es la intención de Enel, que tiene ya sobre la mesa el borrador de una operación pública de venta (OPV) que podría llegar hasta el 30% de su participación actual en Endesa. Con ello, según la capitalización de ésta al cierre bursátil de ayer (30.767 millones), ingresaría más de 9.200 millones y, encima, seguiría manteniendo un cómodo control (más del 60%) del accionariado.

La evidente rentabilidad que la eléctrica italiana obtendrá con esta operación contrasta con el empequeñecimiento que sufrirá Endesa, cuya presencia se reducirá al mercado ibérico (España y Portugal) y, en todo caso, algunos activos en Marruecos. El Gobierno italiano ya ha informado de sus intenciones a su homólogo español y al chileno, país donde tiene su sede Enersis.

Desde Enel dicen, no obstante, que reforzarán Endesa con un nuevo plan industrial -alegan que será un operador relevante en el gas- y de negocio, una estructura de la deuda financiera neta (4.550 millones) más eficiente, una política de dividendos «sostenible y definida» e incluso una inversión que sumaría 4.000 millones los próximos años. Pero aún falta mucho por concretar.