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La economía acelera el ritmo y crece un 0,6% en el segundo trimestre
En términos interanuales se incrementa un 1,2% gracias a la recuperación de la demanda interna, que compensa el menor empuje del sector exterior
MADRID. Actualizado: GuardarDécima a décima la economía española va subiendo peldaños, tomando impulso de la mano de la demanda interna y haciendo buenas las revisiones al alza de los diferentes organismos y del Gobierno. Así, en el segundo trimestre del año el PIB creció un 0,6%, según los datos adelantados ayer por el INE. Esto supone mejorar una décima las estimaciones del Banco de España y elevar en dos los resultados del primer trimestre anterior. Con estos datos el avance del PIB en términos interanuales ha sido del 1,2% (frente al 0,5% del primer trimestre de 2014). De esta forma la economía española suma ya cuatro trimestres consecutivos en positivo y aleja la pesadilla de la recesión que atravesó en 2012 y la primera mitad de 2013.
Una vez más la demanda interna se erige como principal responsable de esta mejora de la economía. De hecho, el propio Gobierno reconoció el martes en el Congreso a través de la intervención del ministro Luis de Guindos, la «sorprendente fortaleza» y mejoría del consumo. Tanto es así que el mercado interno logra contrarrestar el empeoramiento de la demanda externa. Y es que el comportamiento del sector exterior se debilita por unas importaciones que vuelven a crecer a un ritmo superior al de las exportaciones.
El propio Banco de España señaló en su último boletín mensual que la aportación de las exportaciones al PIB es cada vez menor: «Se observa una continuada pérdida de peso de la contribución de este componente al sostenimiento del gasto, algo más acusada de lo previsto», señaló. De hecho, hasta mayo (últimos datos disponibles) las ventas al exterior solo crecieron un 0,8%. Y es que la economía de los principales países destinatarios de las exportaciones -Francia, Italia o Portugal- no atraviesan un buen momento. Por contra, las importaciones aumentaron hasta mayo un 7%. Una tendencia que parece difícil de alterar en el año.
El organismo que dirige Luis María Linde también señalaba al consumo y la inversión empresarial como principales soportes del PIB en el segundo trimestre. Un extremo corroborado ahora por los datos del INE y resaltado por el Gobierno como prueba de la reactivación económica. Así, el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, aseguró ayer que la «fortaleza» de la demanda interna y, especialmente, del consumo privado tendrá efectos positivos debido a su incidencia en la creación de empleo, verdadero termómetro de la recuperación económica.
Latorre también explicó en declaraciones a la Cope que la tasa de crecimiento intertrimestral del 0,5% apunta a tasas anualizadas por encima del 2%, lo que confirma que en el conjunto del año la economía española se aproximará a tasas del 1,5%. «La recuperación está sobre bases sólidas y está ganando impulso», reiteró. No en vano, ayer el ministro de Economía confirmó que el Ejecutivo revisará al alza sus previsiones del cuadro macroeconómico en el mes de septiembre hasta una subida cercana al 1,5% para este año y al 2% en 2015 (más optimistas a las del Banco de España en lo que se refiere a este año).
Recuperación clave
La recuperación de la demanda interna es clave para el Gobierno en asuntos como la reforma fiscal, donde ha defendido la compatibilidad de la rebaja de impuestos sin la necesidad de compensarla con nuevos recortes debido a los mayores ingresos tributarios producidos, en parte, por la recuperación del consumo.
Por su parte, el secretario de Estado también relativizó la ralentización de las exportaciones en el segundo trimestre. En su opinión, la competitividad de la economía y su cuota de mercado en el exterior siguen por el buen camino. De hecho, achacó el menor ritmo de ventas a la desaceleración de las economías emergentes y a la apreciación del euro. Sin embargo, los principales destinos de las exportaciones españolas -un 63,6% del total- son a países de la UE y, especialmente, de la eurozona.
En cualquier caso, Latorre reiteró que el Gobierno no es nada pesimista sobre la evolución de las exportaciones porque la moneda única «va perdiendo fuerza» y, además, espera que las economías emergentes vayan mejorando. «Por ahí no prevemos que vaya a tener un efecto negativo sobre la recuperación económica», subrayó.