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Mas retira «con pena, dolor y compasión» todos sus cargos y privilegios a Pujol
El expresidente tendrá que dar explicaciones en el Parlamento catalán de su dinero negro en paraísos fiscales
MADRID. Actualizado: GuardarNi 'molt honorable' ni sueldo ni despacho ni coche ni secretarias ni presidente fundador de Convergencia ni presidente de honor de CiU. Nada. Jordi Pujol será un ciudadano más con más que probables problemas futuros con la justicia por la fortuna que amasó en paraísos fiscales. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, anunció ayer «con pena, dolor y compasión» la retirada de todos los cargos de su antecesor en las organizaciones políticas y de las prerrogativas que disfrutaba como expresidente del Gobierno de Cataluña.
«Es mi padre político», confesó Mas para explicar el porqué del «dolor muy grande, inmenso» que sentía al anunciar la definitiva jubilación política de quién presidió durante 23 años Cataluña y lideró desde 1974 Convergencia Democrática y CiU desde 1980. El presidente catalán dijo sentir «mucha pena y también compasión» por Jordi Pujol, pero en absoluto «rabia» por «los errores que haya podido cometer». Cuando pase el tiempo, vaticinó Mas, y se haga el balance de los claroscuros de su trayectoria política, prevalecerán «los claros».
El presidente catalán, con la pena en el rostro y muy serio, casi disculpó la actuación de su antecesor. Ni un solo reproche. En ningún momento mencionó la evasión de dinero a paraísos fiscales ni los negocios de su familia. Es más, agradeció «las facilidades» que había dado para abandonar sus cargos en Convergencia y CiU así como para renunciar a los prerrogativas de un expresidente de Cataluña. Si hubiera sido por él Pujol mantendría el tratamiento de 'molt honorable' porque «23 años de presidencia no se borran de un día para otro» y «no puede renunciar a haber sido presidente de la Generalitat». Poco después su portavoz, Francesc Homs, corrigió a su jefe y aclaró que Pujol tampoco tendrá ese tratamiento protocolario y también deberá devolver la medalla de oro de la Generalitat que recibió en 2007. «Cuando uno dice que lo devuelve todo, todo es todo. Ya suficientemente triste es todo esto», subrayó el portavoz.
Pujol ha abordado dos veces en las últimas horas el asunto de su dinero en paraísos fiscales con el que fuera su 'delfín' y hoy presidente, pero en ninguna de las dos debió informar a su interlocutor de la cantidad evadida. Al menos Mas dijo desconocerla. En la primera, el viernes de la confesión, comunicó que estaba dispuesto a dejar sus cargos en el partido y en la federación, y a no volver «nunca más» a una reunión de ambas organizaciones. Renuncias que, sin embargo, omitió en el posterior comunicado. Nada dijo de sus privilegios como expresidente. Asunto que sí tocó, según Mas, anteayer, cuando se vieron de nuevo. Pujol dejará de percibir los 86.418 euros anuales de pensión vitalicia, el 60% de lo que cobraba como presidente; deberá abandonar la oficina de 400 metros en el acomodado Paseo de Gracia, cuyo alquiler anual es de 120.000 euros; también renunciará a las secretarias y al asesor que costea el Gobierno catalán a razón de 115.000 al año.
Dudas
Fuentes de CiU ponen en duda la versión amable que dio Mas de la generosidad de Pujol para dejar sus cargos y prebendas. Sostienen que el presidente tuvo que presionar para que renunciara a las prerrogativas de exgobernante. Con las del partido, dicen, no hubo problema. Algunos dirigentes de la federación mantienen que si su voluntad hubiese sido la de renunciar a todo la hubiera explicitado en el comunicado del viernes junto a la petición de perdón. Mas, sin embargo, afirmó ayer que Pujol «puso las cosas extremadamente fáciles».
Pero los malos trances políticos para el expresidente no acaban aquí. CiU, con el inestimable respaldo de Esquerra Republicana, logró vetar la comisión de investigación en el Parlamento autonómico que pedían el PP y Ciutadans, pero no podrá evitar que Pujol tenga que acudir a la Cámara catalana a rendir cuentas de su dinero negro. Todos los grupos, incluidos ahora sí los republicanos, respaldarán en la junta de portavoces de mañana que comparezca, para lo que la Diputación Permanente deberá habilitar una fecha en agosto para que acuda a la Comisión de Asuntos Institucionales.
El diputado de Esquerra Oriol Amorós justificó el giro porque Pujol ha gozado «muchos años» del respaldo del «pueblo de Cataluña y ahora lo ha decepcionado». El portavoz de CiU Jordi Turull lamentó el cambio de su aliado y la petición del resto de grupos porque Pujol, una vez que renunció a sus cargos, no es nadie en términos políticos y las explicaciones que deba dar las expondrá ante el juez. Turull reprochó además a su socio y a la oposición que quieran «hacer leña del árbol caído» con una comparecencia que será un vía crucis para Convergencia.