Columna de humo del incendio del depósito en Trípoli. :: AFP
MUNDO

La pugna entre milicias precipita en el caos a las grandes ciudades de Libia

La capital, amenazada por el incendio de un gran depósito de gasolina alcanzado por misiles

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Trípoli está a punto de estallar, literalmente. El incendio de un gran depósito de gasolina, alcanzado el domingo por misiles, amenaza con provocar una catástrofe en el área metropolitana de la capital libia. Las instalaciones ya habían sido afectadas ayer por los combates que libran varias milicias por el control del cercano aeropuerto internacional y los bomberos, después de acabar con el fuego en un primer tanque, han desistido de apagarlo en un segundo, provisto de 20 millones de litros de combustible. La situación se halla fuera de control y persiste el riesgo de deflagración.

La intensificación de la lucha entre las milicias, que comenzó el día 13, empuja al país al caos. EE UU y la Unión Europea instan a sus ciudadanos a que abandonen la república magrebí, como antes hicieron Naciones Unidas y Turquía. El Ministerio español de Exteriores también solicitó el domingo la salida urgente del medio centenar de nacionales que vive en el país, 23 en Trípoli y 27 en Bengasi, la segunda ciudad en importancia.

El Gobierno libio, completamente desbordado por la situación bélica, ha solicitado la evacuación de un área de 5 kilómetros en torno a los almacenes y ayuda internacional para impedir el desastre. Pero ambas medidas parecen improbables dado el clima de inseguridad que vive la ciudad, con más de 2 millones de habitantes. La población se halla a merced de los guerrilleros, que secuestran y saquean. En este momento parece imposible impedir que la república se precipite en una nueva guerra civil tras el recrudecimiento de los enfrentamientos.

El último balance habla de 97 muertos en una semana en los combates por el control del aeródromo y de otros 38 en los que tienen lugar en Bengasi entre tropas afines a la Administración y las formaciones islamistas locales. Una bomba impactó el domingo contra una casa y mató a 23 trabajadores egipcios que se encontraban en su interior.

Lucha por el aeropuerto

El riesgo de desmembramiento del territorio también ha sido puesto sobre la mesa por las autoridades, que reclaman un alto el fuego para contener las llamas que consumen el mayor centro de distribución de gasolina. La anarquía se ha apoderado de las calles de Trípoli y los insurrectos han saqueado sucursales bancarias tras atacarlas con cohetes antitanque. La ciudad sufre carencia de medicinas e Internet está cortado.

La pugna por el aeropuerto internacional enfrenta a las milicias de Zintán, una ciudad situada al suroeste de la capital, contra una alianza de fuerzas islámicas y combatientes de la localidad de Misrata. Los zintaníes apoyan a la coalición liderada por el exgeneral Khalifa Hiftar, empeñada en desalojar a los fundamentalistas de su bastión en Bengasi. La Fuerza Aérea, favorable a este veterano oficial, bombardea las posiciones de los extremistas en esta ciudad.