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Final de ramadán sangriento en Gaza
Una jornada de violencia a ambos lados de la frontera silencia los intentos de alto el fuego
GAZA. Actualizado: GuardarGaza despertó con el silencio de una tregua oficiosa entre Hamás e Israel con motivo de la festividad del Eid, que marca el final del mes del ramadán, pero volvió a acostarse en medio de los bombardeos, cohetes e incursiones vía túnel que sembraron de muerte ambos lados de la frontera. Tras una mañana de calma, a media tarde dos ataques en el centro de la Franja dejaron al menos diez muertos, ocho de ellos niños que jugaban en un parque del campo de refugiados de Al-Shati. Al poco rato una segunda explosión tuvo lugar en el exterior del hospital Al-Shifa, principal centro médico de Gaza cuyos aledaños se han convertido en refugio para miles de personas que huyen de las zonas próximas a la frontera israelí.
Los medios locales acusaron a Israel de estar detrás de estas dos acciones, pero el Ejército negó su implicación y apuntó a «fuego amigo» de cohetes de las milicias palestinas. Israel volvió a emplear la misma estrategia de culpar al enemigo, como hizo la semana pasada cuando un ataque a una escuela de la ONU mató a 17 personas. La investigación posterior de las fuerzas armadas reveló que el proyectil fue israelí, aunque matizó de forma sorprendente que en el momento del impacto la escuela estaba vacía.
En Gaza son ya más de mil los palestinos muertos en las tres semanas de una ofensiva militar que también registró ayer bajas en el lado israelí. Al menos cuatro personas fallecieron en Eshkol tras un ataque con granadas de mortero lanzado desde la Franja, que dejó también varios heridos graves. Al cierre de esta edición el Ejército no había aclarado si se trata de civiles o militares. Los medios israelíes también informaron de una nueva infiltración de un comando de Hamás que habría causado «varias víctimas mortales» entre las filas del Ejército, que abatió a cuatro milicianos. El brazo armado del grupo islamista aseguró a través de un comunicado que en esta operación mató a diez soldados.
A lo largo de todo el día la aviación lanzó panfletos con los nombres de supuestos milicianos de Hamás y Yihad Islámica a los que habría matado en los últimos días. La cifra total de bajas entre las milicias palestinas, según Israel, es de 320. La presión de la comunidad internacional apenas tiene peso sobre el terreno. Los israelíes siguen avanzando en su tarea de acabar con los túneles y pidieron a los vecinos que quedan en Shejaiya, Zeitoun, Beit Lahia, Beit Hanoun y este de Yabalia que dejaran sus casas, el paso previo que suele abrir la puerta a duros bombardeos y operaciones terrestres.
Sin espacio para refugiarse
El problema para los gazatíes que salieron a toda prisa es que no hay sitio donde quedarse. De acuerdo con un mapa elaborado por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) las tropas israelíes han penetrado en un 44% de la Franja, en el que hasta la fecha vivían cerca de 250.000 personas. Más de la mitad han acudido a los centros habilitados por el organismo internacional y el resto se reparten en escuelas cristianas, garajes para coches, edificios de oficinas., la ciudad es ahora un enorme campo de refugiados al aire libre. La violencia acalló «el imperativo estratégico de instaurar un inmediato e incondicional alto el fuego humanitario», que pidió Barack Obama a BenJamÍn Netanyahu en una conversación telefónica.
Y el «fuerte apoyo a un alto el fuego humanitario, inmediato y sin condiciones, que permita suministrar una ayuda indispensable y urgente» expresado tras la reunión de emergencia en Nueva York de representantes de los 15 países del Consejo de Seguridad se quedó en simples palabras ante la decisión de Israel de expandir su operación militar y de Hamás de seguir con una lucha que tiene el final del bloqueo por bandera.