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Matas ingresa en la prisión de Segovia para cumplir nueve meses de cárcel
El expresidente balear, para el que el Gobierno de Rajoy rechazó el indulto, ha logrado retrasar 17 días su ingreso en el centro penitenciario
MADRID. Actualizado: GuardarJaume Matas se convirtió ayer en el primer ministro del PP que pisa una celda para quedarse. A las 16.30 horas, vestido con ropa deportiva, con dos bolsas y acompañado por un desconocido, ingresó en la cárcel de Segovia, situada en el barrio de Perogordo. Lo hizo 17 días después de que el Gobierno rechazara su indulto y tras multitud de vicisitudes a cuenta de la burocracia ligada a su orden de ingreso en prisión y por culpa de los ardides legales con los que el expresidente de Baleares intentó retrasar al máximo su entrada en el centro penitenciario.
El dirigente del PP trató también de despistar hasta el último momento con la cárcel que había elegido. Al final no fue Mallorca, donde hace años que no reside, ni ninguno de los centros de Madrid, donde vive en la actualidad. Aun así, Matas no pudo evitar la imagen de su entrada en la cárcel segoviana.
El pasado 11 de julio, el Consejo de Ministros hundió la última tabla de salvación de Matas al rechazar su indulto por la condena de nueve meses y un día de cárcel que le impuso el Supremo el año pasado por un delito de tráfico de influencias. Entonces, el alto tribunal rebajó de seis años a nueve meses y un día de prisión la condena al expresidente balear por la contratación fraudulenta del periodista, Antonio Alemany, para que le hiciera los discursos y a la vez ensalzara sus virtudes en la prensa local.
Ultimátum
El pasado 18 de julio, la Audiencia Provincial de Palma, el mismo tribunal que le condenó en primera instancia, le dio un ultimátum de cinco días para que entrara voluntariamente en la cárcel y poniendo así fin al enredo que provocó el Ministerio de Justicia al enviar al Supremo, y no a Palma, la resolución que denegaba el perdón a Matas.
Fue también la Audiencia Provincial la que el pasado miércoles frenó la última maniobra del expresidente balear para evitar pisar la cárcel: dos escritos en los que pedía la suspensión de su encarcelamiento a la espera de nuevos trámites porque alegaba que había pedido una suerte de segunda petición de indulto, en la que ahora solicitaba que se le conmutara la pena de cárcel por una multa o trabajos a la comunidad, y que el Constitucional no se ha pronunciado aún sobre el recurso de amparo que ha presentado ante la corte y en el que también reclamaba que, de manera cautelar, se pospusiera su entrada en el centro penitenciario.
El 'caso Alemany', segunda pieza del 'caso Palma Arena', es solo una de la quincena larga de causas que Matas tiene pendientes de juicio en la Audiencia de Palma, todas ellas englobadas en el macrosumario al que da nombre el velódromo de la capital balear.
Además de este caso, solo ha sido juzgado y condenado hasta el momento por un delito de cohecho por haber enmascarado, a través de la contratación de su mujer, los pagos que recibía cada mes de un conocido hostelero balear a modo de sobornos.
Su próxima cita con el banquillo será probablemente en 2015, junto a Iñaki Urdangarin y quién sabe si la infanta Cristina, para responder en el 'caso Nóos' por los delitos de prevaricación, malversación, fraude a la administración y tráfico de influencias.