ESPAÑA

Una dirección elefantiásica con más carteras que nunca

El flamante secretario general incumple su promesa de hacer una ejecutiva reducida para lograr un apoyo del 86%

MADRID. Actualizado: Guardar
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Había prometido una dirección socialista reducida y «con los mejores» por aquello de ganar en eficacia, pero como muchos antes que él Pedro Sánchez fue incapaz de sustraerse a las inercias de un partido centenario. La nueva ejecutiva del PSOE tiene 27 secretarías ejecutivas, once más que la que creó Alfredo Pérez Rubalcaba, y está plagada de dirigentes territoriales que, en muchos casos, buscan reforzar su imagen de cara a unas elecciones autonómicas que se avecinan peliagudas o que se han asegurado un refugio para continuar su carrera política porque, en breve, abandonarán sus cargos como secretarios regionales tras contundentes batacazos electorales.

Salvo el extremeño Guillermo Fernández Vara, que siempre ha defendido que el PSOE no puede ser una «federación de partidos» y no se quiso sumar a la fiesta, forman parte de la nueva ejecutiva prácticamente todos los barones, en concreto, doce, si se tiene en cuenta que la andaluza Susana Díaz y el asturiano Javier Fernández tendrán plaza como miembros natos por ser presidentes del Consejo Territorial, ahora llamado de Política Federal, y del nuevo Consejo de Transición Industrial, respectivamente.

La creación de este nuevo órgano fue otra de las componendas que obligó a Sánchez a negociar, como es costumbre en los congresos del PSOE, hasta entrada la madrugada. Los asturianos estaban molestos por el hecho de que la presidenta de la Junta de Andalucía se hiciera con un puesto que hasta ahora había ocupado Fernández y que tiene enorme trascendencia dado el momento político y la amenaza secesionista de Cataluña. Así que, de este modo, se salvaron los muebles.

La dirección paritaria, en la que hay carteras de nombres complejos y competencias compartidas -hay una secretaría de política municipal y otra de pequeños municipios; una de inmigración y otra de emigración; una de acción política y ciudadanía, que ocupa Patxi López, y otra de reformas democráticas, que desempeñará Ximo Puig, y una de relaciones internacionales, para Carme Chacón y otra de UE, para Iratxe García- logró el apoyo del 86% de los delegados, seis puntos más que la formó Rubalcaba, pero menos que las de Zapatero.

Ese porcentaje representa ahora un aval interno para Sánchez. Al menos en un primer momento. Pero hay quien muestra dudas sobre la operatividad de lo hecho. Como sobre el tamaño de un Comité Federal para el que se eligieron 107 miembros, casi el doble que el 2012. Entre ellos está la exministra Leire Pajín.