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Las víctimas del avión de Swiftair serán trasladadas a Francia para su identificación
Militares de la misión de la ONU localizan en el desierto de Malí la segunda caja negra de la aeronave que se estrelló con 118 ocupantes
PARÍS. Actualizado: GuardarLos restos mortales de las 118 personas fallecidas el jueves en la catástrofe aérea de Malí, incluidos los seis tripulantes españoles, serán trasladados a Francia una vez efectuada su identificación preliminar en el centro de operaciones de Gao. El anuncio fue realizado ayer por el presidente francés, François Hollande, tras recibir en París a unos 150 familiares de las 54 víctimas de nacionalidad gala a quienes comunicó que las banderas ondearán a media asta en los edificios oficiales del país durante tres días a partir de hoy en señal de duelo.
«He decidido que los equipos sobre el terreno puedan hacer durante el tiempo que sea necesario el trabajo de reagrupamiento e identificación de los cuerpos y que, cuando sea posible, todos los cuerpos sean traídos a Francia», declaró Hollande tras tres horas de reunión. «Digo bien todos los cuerpos de todos los pasajeros de ese vuelo», apostilló para dejar claro que no solo se refería a las 54 víctimas francesas. Más tarde, una vez verificadas todas la identidades, los restos mortales se trasladarán desde París a cada uno de sus países de origen.
Gran dificultad
En la lista de víctimas mortales del vuelo Uagadugú-Argel, operado por Air Algérie con un avión fletado por la compañía española Swiftair, figuran también 23 burkineses, ocho libaneses, seis argelinos y ciudadanos de Bélgica, Camerún, Canadá, Egipto, Alemania, Luxemburgo, Nigeria, Suiza y Ucrania. Los miembros españoles de la tripulación del avión siniestrado eran el piloto Agustín Comerón, la copiloto Isabel Gost y los tripulantes Rafael Gasanalieb, Miguel Ángel Rueda, Raúl Montero y Federico Cárdenas.
El general Gilbert Diendiéré, jefe de Estado Mayor de la Presidencia burkinesa, dijo que será «muy difícil» recuperar los cadáveres. «Solo hemos visto trozos de carne humana esparcidos por el suelo», declaró de regreso al lugar de la tragedia, en el área de Gossi (este de Malí).
«Los restos estaban diseminados sobre una distancia de 500 metros, pero hemos constatado que esto se debió a que el avión se estrelló primero en el suelo y seguramente rebotó para ir más lejos. Un cráter muy visible en la tierra muestra que el avión tocó suelo antes de desintegrarse», explicó el mando militar. La segunda caja negra del aparato, un McDonnell Douglas MD83 que se estrelló 50 minutos después de despegar, fue hallada ayer por efectivos de la Misión de la ONU en Malí (Minusma). El dispositivo de grabación de los datos del vuelo AH5017 fue trasladado al centro de gestión táctica de las operaciones instalado en Gao, a unos cien kilómetros de distancia, donde ya fue llevada la víspera la otra caja negra recuperada por militares franceses.
Los dos registros con los parámetros de vuelo y las conversaciones en cabina «serán analizados rápidamente para saber lo que pasó antes de la catástrofe», dijo Hollande, quien no quiso descartar ninguna hipótesis sobre las causas. El presidente francés precisó que hay dos investigaciones abiertas, una técnica y administrativa y otra judicial, que se desarrollarán «con cooperación internacional». También anunció que será erigida una estela conmemorativa en el lugar de la catástrofe al que los familiares de las víctimas que lo deseen podrán desplazarse con el concurso del Estado francés.