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LOS PUJOL Y EL DINERO TURBIO
Al exgobernante y su partido se les atribuyó durante años que cobraban el 3% de comisión por las adjudicaciones de obrasEl clan familiar del expresidente de Cataluña hizo numerosos negocios con la administración autonómica y gestiona un amplio entramado empresarial
Actualizado: GuardarLa de los Pujol y el dinero turbio es una historia que viene de lejos. De 1959 exactamente. En aquel año de oscuro franquismo, un juzgado de delitos monetarios se interesó por Florenci Pujol, jugador de bolsa, cambista de divisas e incipiente banquero, y una presunta evasión de dinero a Suiza. El nombre del progenitor del expresidente de Cataluña se publicó en el BOE junto a 871 presuntos evasores más. Florenci salió como pudo de aquel trance y con su socio, David Tennenbaum, compró la banca Dorca de Olot, el embrión de Banca Catalana, la entidad financiera que quebraría en 1982, pero que solo un año antes era el primer grupo bancario catalán.
Jordi Pujol fue consejero de la entidad financiera y uno de los 18 directivos para los que la Fiscalía pidió el procesamiento por apropiación indebida, maquinación para alterar el precio de las cosas y falsedad documental. Corría 1986 y Pujol ya era presidente de la Generalitat de Cataluña . Convirtió la causa contra él en un ataque a Cataluña, acusó a «Madrid», y en particular a Felipe González, de organizar una persecución contra él por ser quien era. La Audiencia de Barcelona sobreseyó el caso.
No era la primera vez, ni sería la última, que Pujol se identificaba con Cataluña. Tras su detención en 1960 por los denominados 'Fets del Palau', una protesta antifranquista que consistió en cantar en el Palau de la Música ante varios ministros del dictador el prohibido 'Cant de la senyera', aparecieron pintadas por las calles de Barcelona que equiparaban a Pujol con Cataluña. El expresidente catalán se quejaba de ser «el político más investigado de este país, del derecho y del revés, y nunca me han encontrado nada» en una entrevista en El País. Una de las primeras advertencias que hizo a Artur Mas cuando le cedió todo el poder en Convergencia fue que iba a ser investigado, fotografiado y seguido hasta la saciedad, y «todo los que puedas tener será mirado, remirado y registrado», como le había ocurrido a él.
Pujol casi nunca habló de dinero. En una de las pocas veces que lo hizo fue para decir en una biografía que no le interesaba, y puso como ejemplo que seguía viviendo en su casa de siempre, un piso de clase media en el centro de Barcelona. De las cuestiones económicas, comentó en aquella ocasión, se encargaba su esposa, Marta Ferrusola.
Para la calle no era así. Durante su mandato era una comidilla en los círculos no nacionalistas la famosa cuota del 3% que supuestamente cobraba Pujol y su partido a las empresas a cambio de contratos y adjudicaciones de obras. El socialista Pasqual Maragall trasladó la maledicencia a sede parlamentaria en 2005, aunque luego se retractaría. Investigaciones policiales posteriores apuntaron en ese sentido, pero la comisión ya no era del 3% sino del 4%, del que el 2,5% iba para Convergencia y el 1,5% a la cartera de los dirigentes, entre ellos Pujol. El destape del 'caso Palau', a falta de una resolución judicial, así parece confirmarlo. Por lo pronto, Convergencia tiene embargada su sede principal en Barcelona.
De acuerdo a las investigaciones de la Policía, judicializadas en la Audiencia Nacional en el despacho de Pablo Ruz, Jordi Pujol tendría 165 millones de francos suizos, unos 137,8 millones de euros, en bancos de Suiza y Liechtenstein. El expresidente dice que es un dinero de una herencia de su padre para su mujer y sus siete hijos. Para la Policía, son comisiones ilegales pagadas por empresarios.
De momento, nadie está condenado, pero parece algo de familia porque su esposa y sus hijos también tienen una relación conflictiva con el dinero y los negocios, y dos tienen causas abiertas en los tribunales por ello.