Joven, pero experto
César Luena Próximo secretario de OrganizaciónEl futuro número dos del PSOE fraguó su alianza con Pedro Sánchez en largos paseos por los montes de La Rioja
LOGROÑO. Actualizado: GuardarCésar Luena, el líder de los socialistas riojanos ingresa de golpe y porrazo en el selecto sanedrín del nuevo líder del PSOE y como hombre de confianza. Alcanza un objetivo que hace años, cuando paseaba con Pedro Sánchez por la sierra de Cameros durante las visitas del entonces desconocido diputado socialista, tenía aspecto de utopía. Entre caminata y caminata forjaron una alianza que el cónclave de este fin de semana terminará de sellar. Son dos socialistas de larga crianza en la sombra que ahora confluyen para construir una alternativa al PP, en medio de las borrascas desatadas a su izquierda, con IU y Podemos en ebullición. Parece un tiempo para hombres audaces, lo cual suena paradójico en el caso de Luena, un dirigente que ha medido siempre sus actos. Un político precavido, que sólo da el siguiente paso cuando la piscina está más que llena, desbordante. Con ese método fue ascendiendo en el escalafón del PSOE riojano, luego de un meritoriaje que incluyó cargos de escasa relevancia.
De ahí que Luena presume sin cumplir los 34 años de un profundo conocimiento de las entrañas del PSOE. Forma parte de ese misterio llamado aparato desde que, como dirigente de las Juventudes Socialistas, ya se acostumbró a ocupar despacho junto a la sede central de Ferraz. Fue entonces cuando José Blanco le cobijó bajo su ancha ala y un envalentonado Luena tomó el impulso decisivo para liderar a los socialistas riojanos. Ahora irrumpe entre los actores principales de la política española gracias a un golpe propio de quien se mueve con habilidad entre bambalinas: logró apoyar sin que se notara demasiado a Sánchez. Luena nunca ha ocultado sus ambiciones desde que, siendo un jovencito, entusiasmaba a los socialistas más veteranos con un desparpajo impropio de quien por entonces empezaba a afeitarse. Una soltura que nunca le ha abandonado y que necesitará exprimir ahora cuando, en efecto, la política española exige hombre audaces.