ESPAÑA

La Audiencia desmonta el último ardid de Matas para evitar la prisión

El expresidente había planteado una segunda petición para que se le conmutara la cárcel por una pena alternativa

MADRID. Actualizado: Guardar
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Jaume Matas sigue intentado por todos los medios evitar entrar en prisión, objetivo que, por el momento, está consiguiendo, ya que casi dos semanas después de que el Gobierno rechazara su petición de indulto sigue en libertad. La Audiencia Provincial de Palma, el mismo tribunal que lo condenó en primera instancia y que el pasado 18 de julio le dio cinco días para que entrara voluntariamente en la cárcel para cumplir nueve meses de internamiento, rechazó ayer el último ardid procesal del expresidente balear para evitar pisar la cárcel: dos escritos con los que pedía la suspensión de su encarcelamiento a la espera de nuevos trámites.

En el primero de esos documentos, la defensa de Matas reclamaba a los jueces que paralizasen su orden de prisión hasta que el Ministerio de Justicia resuelva una suerte de segunda petición de indulto. El condenado solicita que se le conmute la pena de cárcel por una multa o trabajos en favor de la comunidad.

En el segundo de los escritos, el exministro hace la misma petición, la de suspender su ingreso en prisión, en tanto en cuanto el Tribunal Constitucional no se pronuncie sobre el recurso de amparo que ha presentado ante la corte y en el que también reclama que, de manera cautelar, se pospusiera su entrada en el centro penitenciario.

A una y a otra petición la Audiencia Provincial les ha dicho que no. Los jueces recuerdan a Matas que en su petición original de indulto ya pidió el perdón total o, alternativamente, la conmutación de la pena de prisión «por otra de diferente naturaleza». En cuanto al recurso ante el Constitucional, el tribunal balear recuerda que la legislación actual no contempla la posibilidad de paralizar el ingreso por un escrito ante la corte de garantías.

El exgobernante del PP había pedido el indulto por la condena de nueve meses y un día de cárcel que le impuso el Supremo por un delito de tráfico de influencias. Entonces, el alto tribunal rebajó de seis años a nueve meses y un día de prisión la condena al expresidente balear por la contratación fraudulenta del periodista Antonio Alemany para que le hiciera los discursos y a la vez ensalzara sus virtudes en la prensa local. Alemany, condenado a 27 meses de prisión, recogió ayer el mandamiento de ingreso en prisión.