La UE eleva el tono sin sancionar aún a Putin

Todavía no. Europa decidió ayer darse como mínimo 48 horas más de plazo para analizar posibles medidas sancionadoras a Rusia por su comportamiento en la gestión del accidente aéreo ucraniano y su connivencia con los separatistas prorrusos del este del país. Ayer, los ministros de Exteriores de los Veintiocho establecieron una serie de condicionantes que deberán ser cumplidos a rajatabla por Vladímir Putin si quiere evitar un severo golpe a los cimientos económicos de su país. «Habrá un antes y un después tras el derribo del avión por un misil. Ya nada será igual», advirtió el canciller español, José Manuel García-Margallo.

Los ministros, reunidos cinco días después de uno de los peores ataques que han sufrido ciudadanos comunitarios, llegaron hasta donde el mandato del Consejo Europeo les permitió. El miércoles, horas antes de que se produjera el ataque, los jefes de Estado y de gobierno acordaron en Bruselas ampliar la lista negra de personas y empresas acusadas de colaborar en la desestabilización de Ucrania, y suspender préstamos del Banco Europeo de Inversiones a la Federación de Rusia. Últimas medidas de la llamada fase dos. La tres, la que supondría una auténtica guerra económica con Moscú, está cada vez más cerca pero sigue sin tomarse.

La trascendental decisión tiene que ser adoptada por el Consejo Europeo en una cumbre extraordinaria de líderes europeos que podría celebrarse la semana que viene o la primera de agosto si su presidente, Herman van Rompuy decide finalmente convocarlo. ¿De qué dependerá? De la actitud de Putin tanto en la repatriación de los cadáveres como en la investigación sobre el terreno; y segundo, del mapa de pros y contras que tendrán los 28 sobre la mesa este mismo jueves para decidir hasta qué punto compensa impulsar una batalla comercial con los rusos, la temida fase tres. Mañana, la Comisión presentará una batería de propuestas susceptibles de ser aprobadas para castigar a Putin.