Obama aprieta a Putin para que deje trabajar a los expertos en Ucrania
Rusia respalda en la ONU una resolución unánime para que los rebeldes colaboren, pero exige a Kiev que se siente a negociar
MOSCÚ. Actualizado: GuardarLa flagrante obstaculización inicial de las labores de investigación por parte de las milicias prorrusas y el recrudecimiento de los combates en las zonas colindantes hacen temer a los países occidentales que nunca llegue a conocerse cómo se produjo el derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines sobre el este de Ucrania en el que perdieron la vida 298 personas. El alto el fuego ordenado por el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, en un radio de 40 kilómetros alrededor de donde se encuentran los restos del aparato parece insuficiente para garantizar la seguridad de los expertos internacionales.
El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró en un vídeo publicado en la web del Kremlin que su país «hará todo lo posible para que el conflicto en Ucrania pase de su actual fase militar a una (...) mesa de negociaciones de paz en la que primen los medios diplomáticos». Unas palabras que no le bastan a Barack Obama. EE UU perdió en la tragedia a un ciudadano con doble nacionalidad, pero su presidente se ha erigido estos días en portavoz del resto de países con víctimas que quieren justicia para ellas y sus familias.
Los insurgentes prorrusos «continúan bloqueando la investigación», clamó Obama, que volvió a exigir a Moscú que haga uso de toda su influencia sobre los rebeldes para que cese «la manipulación de los restos» si Putin no quiere caer «en el mayor aislamiento» dentro de la comunidad internacional.
Rusia, de momento, ofrece respaldo sólo en el terreno retórico. Así, no tuvo mayor inconveniente en respaldar anoche en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución aprobada por unanimidad que exige a las milicias de levanten el cerco a la investigación del atentado. Eso sí, incluso para esto exigió negociar ajustes del texto.
El equipo de forenses holandeses consiguió llegar por fin hasta Torez, a 15 kilómetros del campo que aloja los restos del avión malasio. En la estación pudieron examinar los cadáveres recogidos antes de que el convoy se pusiera por fin en movimiento en dirección a Járkov. El trayecto puede verse afectado por las consecuencias de los combates que siguen produciéndose en la región de Donetsk, en cuyo cuadrante sureste fue abatido el vuelo Ámsterdam-Kuala Lumpur el jueves.
Aprovechando la ola de repulsa internacional hacia Rusia, principal sospechosa de haber proporcionado a los separatistas la lanzadera antiaérea 'Buk' desde la que partió el fatídico misil, Poroshenko se apresura a recuperar terreno en el este del país. Al tiempo, l portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa (SNBO), Andréi Lisenko, denunció el aumento de blindados rusos al otro lado de la frontera. Esta febril actividad militar coincide con la llegada de los especialistas internacionales.
Vías destruidas
Los equipos de rescate dieron por terminada la búsqueda de los 298 cuerpos de los fallecidos en la tragedia. Han recuperado 282 cadáveres y 87 fragmentos de los 16 restantes. Así lo constató en Kiev el viceprimer ministro ucraniano, Vladímir Groisman, encargado en el Gobierno de la investigación de la catástrofe. Según sus palabras, los cuerpos fueron depositados en vagones frigoríficos y su destino es la ciudad de Járkov, en donde les esperan ya 31 especialistas de distintos países.
El tren partió ayer desde Torez, pero los separatistas advirtieron de que hay tramos de vía destruidos y habrá que dar un rodeo. Previamente, los forenses llegados de Holanda, país con el mayor número de víctimas (193), pudieron comprobar las condiciones de conservación de los cadáveres en el tren, que consideraron «aceptables» ante su particular 'escolta' de separatistas armados. El responsable del grupo de forenses holandeses, Peter van Vliet, calificó de «trabajo de mil demonios» el realizado por quienes recogieron los cuerpos.
El jefe del Gobierno de la autoproclamada república popular de Donetsk, Alexánder Borodái, declaró que entregarán todos los cadáveres a Holanda y las cajas negras, a Malasia. Para el Gobierno de Kiev, los dispositivos han sido ya manipulados. Lisenko insistió en que el cohete que derribó el Boeing 777 fue suministrado por Rusia a los rebeldes. «Tenemos pruebas de que el misil que impactó contra el avión fue disparado por terroristas y de que éstos recibieron armas y técnicos de la Federación Rusa», sostuvo el portavoz del SNBO. Rusia «está sacando muchas fotografías y mapas para negar esta tragedia», añadió.
Efectivamente, el general ruso, Andréi Kartapólov, jefe de la Dirección de Operaciones del Alto Estado Mayor, sugirió en Moscú que lo que pudo abatir el avión malasio fue un caza de combate ucraniano, un Su-25, que, según Kartapólov, fue detectado por los radares rusos en la proximidad del Boeing 777 cuando se produjo la catástrofe.