Pedro Sánchez saluda al líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, y a la secretaria general del PSOE de Cantabria, Eva Díaz Tezanos. :: INMA MESA
ESPAÑA

Los barones del PSOE rubrican todas las propuestas de Pedro Sánchez

El futuro líder socialista promete a los militantes llevar a cabo una «segunda transición» cuando gobierne

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pedro Sánchez no ha escuchado ni un reparo a sus propuestas desde que hace 72 horas fue elegido por la militancia secretario general del PSOE. Todos los líderes territoriales que han pasado por su despacho las han respaldado, ya sea el retraso de las primarias para elegir el candidato a la Moncloa o el no a Jean Claude Juncker para presidir la Comisión Europea, asuntos que en otros momentos hubieran suscitado intensas polémicas. Todavía no ha empezado a mandar en el partido, lo hará a partir del congreso extraordinario del 26 y 27 de julio que ratificará su elección, pero sus primeros días son un paseo militar, muy distinto de las presiones y discrepancias que tuvo que afrontar Alfredo Pérez Rubalcaba en sus dos años al frente del PSOE.

Hasta un barón alineado con Eduardo Madina, el extremeño Guillermo Fernández Vara, reclamó ayer no hacer 'casus belli' de la fecha de las primarias para elegir el candidato presidencial pese a que hasta ahora había defendido el calendario aprobado en el comité federal de enero pasado. Vara, incluso, también se mostró partidario de que Pedro Sánchez sea el único aspirante a medirse con Mariano Rajoy en las próximas elecciones generales. De esa forma, agregó, «no habría otro candidato». El secretario general de los socialistas extremeños se sumó de esta manera a su homólogo en Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, quien defendió la bondad de que Sánchez sea el único aspirante, un escenario en el que las primarias dejarían de tener sentido.

Algunos dirigentes del PSOE ven esta repentina aclamación del secretario general como candidato único una operación para frenar a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, la dirigente con más poder institucional y dentro del partido, no en vano su federación acapara la cuarta parte de la militancia. Los defensores de esta tesis apuntan que un secretario general fuerte, y mucho más un presidente del Gobierno, no podría ser tutelado desde Andalucía. Otros dirigentes, en cambio, sostienen que estos análisis son teorías de la conspiración que no tienen cabida en el PSOE en estos momentos.

Pedro Sánchez también se reunió ayer con el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, que también consideró «una buena decisión» que se atrasen las elecciones internas para el candidato presidencial hasta después de las autonómicas y municipales de mayo de 2015. Opinión que compartieron los secretarios generales del PSOE de La Rioja, Cantabria y Canarias, que también fueron recibidos por el líder 'in pectore'. Puig sostuvo que Sánchez «no puede quedar comprometido por una cuestión de calendarios», aunque este haya sido aprobado hace medio años por el comité federal, el máximo órgano de dirección del partido entre congresos, y sin ninguna voz en contra.

La comisión ejecutiva

El futuro líder del PSOE también abordó con los barones, aunque no en profundidad, la composición de la próxima comisión ejecutiva federal, que será votada en el congreso extraordinario. Todos coincidieron en que deberá ser un equipo de «integración», pero nadie se atrevió a dar nombres ni a plantear cuotas territoriales. El único que lo hizo fue el secretario general del partido en Málaga, Miguel ángel Heredia, quien el martes reivindicó para Andalucía «el peso que le corresponde» dentro de la nueva dirección del partido. Si se tratara de matemáticas, los dirigentes andaluces deberían copar la cuarta parte de la ejecutiva federal, un desembarco que, sin duda, suscitaría importantes tensiones internas.

De momento, ni Madina ni José Antonio Pérez Tapias han respondido a la invitación de Sánchez para formar parte de su equipo. Otro de los nombres que se mencionan, Carme Chacón, tampoco ha abierto la boca, aunque su inclusión cuenta con el respaldo de importantes pesos pesados socialistas.

Pedro Sánchez, entretanto, ha enviado una carta a todos los militantes en la que se compromete a que cuando gobierne llevará a cabo «una segunda transición» tanto el ámbito económico como en el social, en la que «la educación pública, la sanidad universal y la protección social» sean señas de identidad de la España del futuro, además de «un dique contra la injusticia y el mejor pilar de la competitividad».