Una refinería de petróleo situada en la costa de Cádiz. :: J. RAGEL / EFE
Economia

El déficit comercial casi se duplica hasta mayo y alcanza los 10.400 millones

Funcas advierte de que la moderación de las exportaciones y el aumento de las importaciones hacen peligrar la recuperación

MADRID. Actualizado: Guardar
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El sector exterior, uno de los flotadores a los que se aferró la economía española durante la crisis, puede convertirse ahora en una de las amenazas para la recuperación. Y todo debido a la mejora de la demanda interna, que ha impulsado las importaciones hasta mayo un 5,3% al tiempo que las exportaciones sufren una ralentización y apenas crecen un 0,8%. Todo ello ha provocado que el déficit comercial casi se duplique en los primeros cinco meses del año al alcanzar los 10.405,4 millones de euros, un 81,97% más respecto al mismo periodo de 2013. De seguir la misma evolución, algunos expertos advierten de que acabara afectando a la deuda y, por tanto, lastrando la reactivación económica.

Sin embargo, desde el Gobierno siguen insistiendo en el mismo mensaje y ayer destacaron que las exportaciones se mantienen en cifras récord y que el incremento de las importaciones demuestra la recuperación del consumo y, por tanto, de la economía. Pero los datos de los cinco primeros meses apuntan claramente a una preocupante tendencia deficitaria en el sector exterior. Una situación que, además, se acentúa según transcurre el año. De hecho, las cifras de mayo conocidas ayer son especialmente negativas al reflejar una caída, que no una ralentización, de las exportaciones del 1,3% hasta los 20.626 millones. Esta reducción se debió especialmente al desplome del 23,1% de los productos energéticos, promovido, según la Secretaría de Estado de Comercio, por la vulnerabilidad a las fluctuaciones de los precios de estos sectores. Es decir, del petróleo y sus derivados. Sin embargo, no son las únicas bajadas. También sobresale el descenso un 2,8% de las exportaciones de productos químicos, que suponen un 14% de las ventas. Dentro de los bienes de equipo -que representan el 20% de las exportaciones y logran un incremento en su conjunto del 2,2%- destaca la caída un 3,2% de la maquinaría para la industria -supone la cuarta parte de estos bienes con 1.149 millones- que es compensada con el aumento un 5,1% del material de transporte (1.013 millones).

Estos descensos están muy relacionados con el estancamiento de las economías de los principales mercados de destino. De hecho, las ventas a la UE -un 63,6% del total- descendieron un 0,5% con significativas caídas de mercados claves para España como Italia (-8,5%), Reino Unido (-10,5%), Portugal (-6,9%) o Francia (-1,2%). Todos estos países se encuentran con tasas de crecimiento negativas o cercanas al 0%. Solo aumentaron las exportaciones a Alemania (11,6%). También se produjo un descenso de las ventas a mercados emergentes como Brasil (-29,4%), México (-19,3%), China (-1,8%) o India (-22,8%).

Por su parte, las importaciones crecieron en mayo un 7% hasta los 22.382,6 millones impulsadas por el incremento de los productos energéticos un 21,2%, hasta los 4.744 millones, y de los bienes de equipo, que subieron un 6,8%, hasta 3.864,2 millones. Una vez más, la UE acaparó la mayor parte de las compras, con un incremento del 8,3%.

Si se abre el prisma para analizar la evolución de los cinco primeros meses queda claro que la fortaleza del euro tampoco ha ayudado a las exportaciones, ya que las ventas fuera de los países de la moneda única -un 49,9% del total- han caído un 2,2%. De hecho, las exportaciones a Oriente Medio en los cinco primeros meses cayeron un 10,8% y las de América Latina un 4,7%.

«A medio plazo»

Precisamente, Funcas señala al déficit comercial como uno de los rasgos «no deseables ni sostenibles a medio plazo». En un artículo publicado en los 'Cuadernos de Información Económica', los expertos de la fundación de las Cajas de Ahorro Ángel Laborda y María Jesús Fernández recuerdan que el aumento de las importaciones y la reducción de las exportaciones «se ha traducido en una aportación negativa de la demanda externa neta la crecimiento del PIB y en una reducción del incipiente superávit por cuenta corriente frente al exterior». Los autores recuerdan que de mantenerse esta tendencia volvería a aparecer el déficit por cuenta corriente y la «tendencia creciente de la deuda». «Es difícil imaginar que en tales condiciones pudiera consolidarse una verdadera recuperación», insisten.

Para tratar de evitar esa situación, los expertos piden al Gobierno que la orientación de la política económica se centre en potenciar las exportaciones más que en el consumo y en progresar en la consolidación de los desequilibrios del sector público, con la vista puesta en elevar la capacidad de ahorro de la economía. «La economía española necesita elevar su tasa de inversión para afianzar el potencial de crecimiento y crear empleo, pero esta inversión debe financiarse con ahorro interno y no con más deuda externa», concluyen.