Economia

El FMI propone rebajar el salario mínimo para estimular el empleo juvenil

Recomienda al BCE poner en marcha un plan de compra «a gran escala» de deuda pública para combatir la baja inflación de la eurozona

MADRID. Actualizado: Guardar
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El FMI apuesta por rebajar el salario mínimo interprofesional para fomentar el empleo juvenil en la eurozona. Esa es una de las polémicas recetas incluidas en el informe que analiza la economía de la región publicado ayer y en el que también defiende reducir la presión fiscal al empleo o reformar los subsidios de los parados para incentivar la búsqueda de trabajo. El organismo internacional asegura que la crisis ha dejado como «legado» un paro «inaceptablemente alto» en algunos países comunitarios. En este sentido, destaca en concreto el crecimiento «sin precedentes» del desempleo juvenil y cita a España como uno de los máximos exponentes de este grave problema, ya que alcanza cotas superiores al 50%.

«Un crecimiento sostenido es clave para reducir el desempleo juvenil, especialmente en los países con más problemas», asegura el Fondo. En este sentido, recuerda que tradicionalmente los países de la eurozona han reducido el paro juvenil con tasas de crecimiento más altas de las que se esperan durante los próximos años. Precisamente, ante la falta de perspectiva de una recuperación más robusta, el organismo dirigido por Christine Lagarde pidió a los países de la eurozona «reorientar» algunas políticas para tratar de estimular la creación de empleo juvenil.

Así, el Fondo propone abaratar los costes de la contratación, es decir, las cotizaciones sociales, además de una menor presión fiscal y, sobre todo, reducir el salario mínimo. El FMI señala que diversos estudios asocian un salario mínimo elevado en función a los costes laborales con mayores tasas de paro. En concreto, señala el FMI que unos salarios mínimos altos respecto a la remuneración media incrementan el paro de los jóvenes entre un 0,4 y 1,2%. También explica que un aumento de un punto porcentual de la presión fiscal eleva el desempleo juvenil entre 0,3 y 1,3 puntos.

En el caso de España esta propuesta parece de difícil aplicación. Para empezar el salario mínimo es de los más bajos de la eurozona con 753 euros al mes en doce pagas -645,30 euros en catorce- frente al recién aprobado en Alemania de 1.445 euros, o el existente en Bélgica de 1.500 euros. Solo Portugal y Grecia, entre los países del entorno, tienen unas cuantías inferiores, con 565 y 683 euros, respectivamente. Además, el Gobierno ya se ha enfrentado a duras críticas de los sindicatos al congelarlo en 2013.

Otro de los aspectos que el FMI apuesta por modificar es el referido a los subsidios de desempleo para, en su opinión, incentivar mejor la transición desde el periodo de la inactividad al empleo. También remarca la necesidad de mejorar las habilidades de los trabajadores mediante la formación relacionada con el puesto de trabajo.

Crecimiento estancado

Por otra parte, el organismo que dirige Christine Lagarde mantuvo las previsiones de crecimiento para la zona euro en el 1,1% para 2014 y en el 1,5% en 2015. En este sentido, advirtió sobre el riesgo del estancamiento económico en la región. «La recuperación es débil y desigual. Los mercados financieros todavía están fragmentados, y los fallos estructurales persisten: estos entorpecen el reequilibrio y las sustanciales reducciones en la deuda y el desempleo», apunta el informe.

El Fondo también señala la baja inflación como otro de los peligros que amenazan a la eurozona. Los precios se situaron en junio en el 0,5%, muy por debajo de la meta del 2% marcada por el BCE. Los cálculos del Fondo prevén que apenas se incremente y termine el año en un 0,7%. «La inflación en la zona euro lleva siendo demasiado baja demasiado tiempo», aseguró Mahmood Pradhan, director asistente del Departamento de Europa del Fondo al presentar el informe. De hecho, aunque aplaude las últimas medidas tomadas por el BCE para estimular la economía -reducción de los tipos de interés al 0,15%, tasas negativas para depósitos bancarios- considera necesario nuevas medidas. Así, recomienda al BCE poner en marcha un programa de compra «a gran escala» de bonos soberanos emulando a la Reserva Federal de EE UU. «Comprar deuda pública reduciría los intereses de los bonos soberanos, aumentaría el valor de los valores de renta variable y fija e incrementaría la demanda y las expectativas de inflación en la eurozona», defiende el informe.

Por último, el FMI pide a los Estados miembros proseguir con las reformas estructurales para impulsar el empleo y la competitividad, pero advierte contra una política basada únicamente en los recortes. De hecho, defiende a los países utilizar la flexibilidad que permite el Pacto de Estabilidad.