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Jenaro no se podía llamar de una forma mejor. El nombre proveniente del Dios Jano. El de las dos caras, el inventor del dinero. Y como él, Jenaro, el estafador, también tenía dos caras, y también le gustaba el dinero.

Una de las caras, era la del Dios de Gowex. Reinando sobre el MAB, la perla del mercado alternativo. Empresa que llegó a capitalizar casi dos mill millones a base de regalar conexiones wifi por las ciudades medio mundo. Y Jenaro su cabeza, entre Mesías y alumno MBA. Triunfito de la bolsa española.

La otra, el diablo de las finanzas que engañó a todos y a todo. Autoridades del MAB, CNMV, ICO, vigilantes del valor, proveedores de liquidez, bancos, periodistas, fondos y accionistas. Todos pasaron por la piedra. Capaz incluso de pagar rigurosamente seguros sociales, sueldos y 5 millones en impuestos a fin de hacer creíble su mentira. Un artista de la estafa bailando mientras inflaba el globo un poco más a fin de «tangar» el máximo dinero posible.

Han tenido que ser los filibusteros de 'Gotham city', tratantes de acciones a la baja, los que desnudasen al rey. Porque el rey estaba desnudo, totalmente en pelotas. Contratos falsos, ingresos inexistentes, y vinculación entre empresas. Una enorme estafa.

Ha hecho mucho daño. Primero a los accionistas. Algunos han perdido hasta la camisa. Luego a la marca España. Después de lo de Pescanova a ver quién invierte aquí. Y sobre todo al MAB. La bolsa de las pequeñas empresas, tan importante como substituto de los bancos.

Debería estar ya en la cárcel pero el muy advenedizo se ha autoincumpado para ser juzgado en España y no en Estados Unidos. A sabiendas de que aquí la justicia es un «cachondeo» y allí ya estaría en la cárcel con un mono naranja y una pastilla de jabón.

Ayer fue su santo, 12 de junio San Jenaro, que venció el fuego en la hoguera y a los leones en el circo. Felicidades Jenaro, has conseguido que las 5.000 familias estafadas se acuerden para siempre de tu puñetero nombre. Ojalá no te libres de los leones como hizo tu patrono.