Las empresas medianas, las más cumplidoras con la formación
Son las únicas que superan el tiempo previsto en la reforma laboral, 20 horas por trabajador y año
MADRID. Actualizado: GuardarLa inversión en formación retiene el talento... O esa es la premisa que suelen manejar los expertos en el mercado laboral. En una época de crisis -si bien la recuperación es ya incipiente-, las oportunidades laborales menguan con una tasa de paro que todavía roza el 26%. Las últimas estadísticas apuntan a un descenso progresivo del desempleo, pero aún muy limitado. Y mientras el número de puestos ha descendido, la responsabilidad del trabajador ha aumentado de forma exponencial, entre otras cosas, por tener que asumir más funciones.
Es ahí donde entra la necesidad de elevar su formación porque, a mayores capacidades, también retos más grandes. Las empresas, en general, parecen haberlo entendido, aunque no por igual. Así, son precisamente las de tamaño mediano -consideradas el verdadero motor económico del país- las que más formación imparten a sus empleados. Hablamos de las que tienen entre 500 y 900 trabajadores, que dedican 23,5 horas de media por trabajador al año a esa tarea. Es más, son las únicas que ahora mismo estarían por encima del nivel recomendado por el Gobierno (20 horas anuales) en la reforma laboral de 2012 y , a su vez, rebasarían claramente el promedio actual en España (15 horas).
Así se desprende del último informe elaborado por la empresa de trabajo temporal Randstad sobre esta materia, que se ha basado en una encuesta entre empresas españolas de más de 100 trabajadores divididas por tamaño y sector. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), existen más de 11.200 en el país y destinaron 513 millones de euros a formación durante 2013.
De media, cada empresa invirtió 45.834 euros en programas de aprendizaje y desarrollo laboral el año pasado, con una horquilla que va desde los 43.000 hasta casi los 50.000 euros. Por sectores, el comercio es el que más dinero destina a estos cursos (49.700 euros compañía), pero también el que menos tiempo dedica a esa formación laboral (3.700 horas). La industria presupuestó menos fondos (43.000 euros por firma), aunque tuvo más horas (6.300). Y en los servicios se invirtieron 46.200 euros de media, si bien fueron los más profusos en instruir a sus empleados: 9.700 horas.
Salir al extranjero, un valor
«La crisis ha provocado la fuga de talento», explica Paloma García, directora general de Randstad Training -su división de aprendizaje-, sobre el actual panorama laboral en España y la necesidad de dar formación laboral a los asalariados. «Salir al extranjero a trabajar da una experiencia única y desarrolla exponencialmente al trabajador; cuando vuelven a España -argumenta-, están más valorados».
Y las empresas se comportan según la importancia que tiene para ellas esa formación. Así, el informe de Randstad muestra que una de cada cuatro apuesta por aumentar ese presupuesto este año. Así lo afirma el 19% en la industria, un 24% en los servicios y el 33% en el comercio, todo en aras a mejorar la captación de clientes. «Es un momento complicado para vender y el cliente, que tiene mucha oferta, es muy exigente», explica García.
En general, las compañías optan por externalizar la instrucción que dan a sus empleados. De hecho, sólo el 5% no lo ha hecho aún o directamente no pretende hacerlo. Y a la hora de enseñar, también cuenta la metodología elegida. Va desde los preparadores más comunes o incluso personales (lo que se conoce como 'coaching') hasta el uso de las plataformas electrónicas ('e-learning'), pasando por una formación mixta ('blended learning') o más centrada en la experiencia directa ( 'outdoor'), todo ello sin olvidar el aprendizaje presencial tradicional. Este último es, de largo, el más usado por las empresas, pues le dedican casi el 70% de su inversión.
Eso sí, a la hora de ver qué se enseña, García advierte de que aún «estamos en una fase donde descubrir capacidades y ventajas para aplicarlas a la formación laboral». Prima, no obstante, la tecnología -el 33% de los fondos se destinan a mejorar las habilidades técnicas-, por encima de la formación para el negocio (22,5%) y los idiomas (17,6%); lo menos valorado, la ofimática (8,8%) y las habilidades comerciales (8,3%).