El alcalde pide responsabilidad ante la huelga de basura
A menos que se llegue a un acuerdo, se interrumpirá el servicio de manera indefinida el próximo día 21 en plena temporada de turismo
EL PUERTO Actualizado: GuardarEl alcalde de El Puerto, Alfonso Candón, y la teniente de alcalde de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Marta Rodríguez, pidieron ayer a las dos partes implicadas (la plantilla y la empresa FCC) en la posible huelga de limpieza viaria prevista para el 21 de julio que lleguen a un punto de negociación. El primer edil solicitó a su vez responsabilidad tanto a la concesionaria del servicio como a los trabajadores para que esta situación no se haga efectiva y se pueda llegar a un acuerdo que evite que los ciudadanos y visitantes tengan que convivir con la basura sin recoger en plena temporada de verano.
Candón y Rodríguez recordaron que El Puerto es una ciudad que vive del turismo, siendo uno de los momentos más importantes del año para los comerciantes y hosteleros, por lo que confiaron en que se llegue a acuerdo por el bien de todos los portuenses, pues como indicó la edil de Medio Ambiente, «trabajamos y velamos por todos los habitantes y creemos que no es lógico que se vean afectados».
Más aún porque se puede ver resentida la ciudad económicamente en uno de los periodos más sensibles por la acumulación de personas que acoge. Una mala imagen que desde el equipo de Gobierno local se pretende evitar si bien las partes están por el momento demasiados distantes como para acercar posturas, aunque se espera que tantos uno como otros realicen un esfuerzo.
Rodríguez explicó que la tensión salta por la negociación del convenio colectivo de la limpieza viaria, por lo que «hemos pedido las actas para conocer el punto en el que se encuentra la misma", pero siempre confiando en que se llegue a un acuerdo». El alcalde añadió que el Ayuntamiento «estará para todo lo que sea necesario, pero siempre pidiendo cordura».
Es la primera vez que el Consistorio se pronuncia en el conflicto. Algo que ha sucedido tras caer en saco roto las reuniones y contactos entre empresa y plantilla para llegar a un acuerdo. Tras el pago de la nómina que se les adeudaba el problema se centra ahora en la negociación del convenio colectivo. Lo que los trabajadores piden es subida salarial de sus nóminas de acuerdo a la subida anual del IPC, así como una reducción laboral que según denuncian se aprobó en un pleno municipal.
Pero desde la empresa se expone que tales peticiones resultan imposibles de cumplir actualmente, ya que el Consistorio les debe una gran cantidad de dinero. Es decir, que hasta que no se resuelva este punto no pondrían interés en responder a las solicitudes de los empleados. Y con este tira y afloja pasan los días sin grandes novedades y con el 21 de julio cada vez más cerca, momento en le que se iniciará una huelga indefinida por parte de los trabajadores.
La situación es complicada y compleja y si ninguno de los implicados da su brazo a torcer se teme que el conflicto se alargue en el tiempo, lo que conlleve que las calles se llenen de bolsas de basura. Y lo haga en una época en la que la ciudad se convierte en un escaparate para visitantes tanto del entorno como de fuera, motivo por el que se pide «responsabilidad».