Portugal y Bruselas no ven riesgo de quiebra en Espirito Santo pese a las deudas

El Gobierno portugués y el banco central de Portugal lanzaron ayer un mensaje de tranquilidad a inversores y clientes para garantizar la solvencia financiera del Banco Espírito Santo (BES) a pesar de su exposición a otras empresas del grupo del que forma parte. Las autoridades lusas destacaron que la entidad bancaria cuenta con un remanente de capital «suficiente» para hacer frente a potenciales pérdidas por impagos de otras ramas no financieras del grupo y descartó un rescate de la entidad. También la Comisión Europea anunció no ver «motivos para preocuparse» y mostró su confianza en el regulador luso.

El BES cuantificó su exposición al riesgo directo, es decir, la posible deuda a afrontar, en 1.183 millones de euros y resaltó que posee un colchón de capital de 2.100 millones. Sin embargo, el área de inspección del Banco Portugués de Inversiones señaló que la exposición directa e indirecta del banco BES respecto al grupo de empresas de Espírito Santo es en realidad de 4.465 millones, por lo que la entidad no tendría capacidad de asumir dichos números rojos. Toda esta incertidumbre volvió a dejarse notar en la Bolsa, donde el banco, que volvió a cotizar tras su suspensión en la jornada anterior, se dejó un 5,5%.