ESPAÑA

Interior intensifica el alejamiento de presos mil días después del cese de ETA

Desde enero no ha habido un solo acercamiento al País Vasco y una decena han sido trasladados a centros más apartados

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno de Mariano Rajoy no va, ni mucho menos, a seguir los pasos del Ejecutivo francés, que parece dispuesto a estudiar acercamientos de presos de ETA. El departamento que dirige Jorge Fernández no solo mantiene intacta su política de dispersión sobre los reclusos de la banda cuando se cumplen mil días desde el anuncio del cese definitivo de su actividad armada, sino que la ha endurecido en el último medio año con continuos alejamientos, a la vista de las últimas estadísticas oficiales y de los colectivos familiares de presos a los que ha tenido acceso este periódico.

Después de 33 meses del anuncio del 20 de octubre de 2011 del final de la violencia, el número de etarras en España integrados en el EPPK (colectivo de presos políticos vascos, fiel a las directrices de la banda) ha disminuido por el cumplimiento de las condenas y la caída de las detenciones, de 522 reclusos en noviembre de 2011 a apenas 370 ahora, un 30% menos. Pero esos presos, siguen tan dispersos como entonces, repartidos por 48 prisiones, casi todas dependientes de la administración central.

Con la llegada del PP al Gobierno en la Navidad de 2011, se cegó de un día para otro la llamada 'vía Nanclares', los acercamientos selectivos de presos disidentes de la banda a las cárceles de Álava, Zuera (Zaragoza) y Villabona (Asturias). Y desde entonces, los únicos movimientos son alejamientos a modo de castigo o, a lo sumo, traslados 'en horizontal' por cuestiones meramente de organización interna o autorizaciones puntuales por motivos médicos o familiares.

Como muestra, un botón. Desde enero, más allá de las excarcelaciones por cumplimiento o los traslados a cárceles de Madrid para juicios, solo se ha movido de cárcel a quince reclusos de ETA, o sea un 4% de la población etarra. Y de esos quince movimientos, diez han sido para llevar a los internos a centros aún más alejados al País Vasco. Y los otros cinco han sido traslados a prisiones igual de alejadas para fracturar los grupos de presos irredentos.

Movimientos

Entre los alejados en este último medio año los nombres son poco conocidos. Jon Urretabizkaia, el terrorista que gritó varios «Gora ETA» a la salida del funeral en el que enterró a su padre, ha sido llevado de Córdoba a Puerto I, el penal más distante de Euskadi. Aitor Fresnedo, que intentó matar a Manuel Fraga en 1996, ha sido alejado de Castellón a Jaén. A la cárcel de Foncalent, en Alicante, han sido llevados desde Ávila y Cáceres respectivamente Olatz Lasagabaster, detenida con 75 kilos de explosivos, y Jorge Txokarro.

Javier Moreno Ramajo, condenado a 74 años de cárcel y miembro del 'comando Vizcaya' que en su momento entró en la cárcel laboratorio de Villabona, ha sido alejado a Aranjuez. De Jaén a Córdoba, aún más apartado del País Vasco, ha sido conducido Sabino Usandizaga, condenado por construir el zulo en el que estuvieron secuestrados José Antonio Ortega Lara y Julio Iglesias Zamora. Zigor Bravo, involucrado en el asesinato del funcionario de prisiones Máximo Casado, ha sido alejado de Palencia a La Coruña. Anartz Oiartzabal, miembro de un comando itinerante en el Mediterráneo, ha sido trasladado de Asturias a Toledo. De Ávila a Valencia ha sido llevada Idoia Mendizabal, condenada por colocar un coche-bomba en Santander. Y de Ávila a Alicante ha sido traslada Maialen Zuazo, novia del exjefe de ETA Arkaitz Goikoetxea.

Los históricos e irredentos de la banda, de acuerdo a los últimos listados disponibles, siguen tan dispersos y alejados como lo estaban antes del cese definitivo de la violencia. A ellos se ha unido la abogada de presos Arantza Zulueta, a la que Interior detuvo en enero acusada de ser el principal enlace de los reclusos con la dirección, que ha sido llevada en los últimos meses al penal gaditano del Puerto de Santamaría.

La jefa del colectivo de presos, Ana Belén Egues, sigue en Algeciras; los exjefes de la banda Xabier García Gaztelu, 'Txapote' e Irantzu Gallastegi, en Huelva; Arnaldo Otegi, en Logroño; Josu Arkauz, 'Josu de Mondragón', que pasó por la cárcel laboratorio de Zuera en su día, sigue en Murcia; o en Puerto III Iñaki Bilbao, el abogado Txema Matanzas o Henri Parot.