Economia

El FMI duplica las previsiones para España pero insiste en subir el IVA

Estima un crecimiento del 1,2% en 2014 y del 1,6% en 2015 y pide bajar las cotizaciones sociales para reducir el paro

MADRID. Actualizado: Guardar
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El FMI se une al carrusel de organismos internacionales y nacionales que en las últimas semanas mejoran las previsiones de crecimiento de España. La entidad dirigida por Christine Lagarde revisó considerablemente al alza sus estimaciones al calcular un incremento del PIB del 1,2% para 2014. Esto supone tres décimas más de lo anunciado en abril y el doble de lo pronosticado al principio de año. También eleva hasta el 1,6% el crecimiento para 2015, lo que significa duplicar lo estimado hace seis meses. «La economía española ha doblado la esquina, la recuperación va bien encauzada y las perspectivas son mejores que hace un año gracias a los esfuerzos de la sociedad y las medidas adoptadas», aseguró el responsable del FMI para España, James Daniel. Esto en cuanto a los aspectos positivos, porque el informe anual sobre España publicado ayer también también hace hincapié en el «inaceptable» paro e insiste en el mismo recetario. Esto es, profundizar en la reforma laboral y rebajar las cotizaciones sociales. También siembra dudas sobre la reforma fiscal, donde reclama un incremento del IVA.

«Tras una prolongada doble recesión, España ha dado un giro. El crecimiento se ha reanudado y el desempleo está bajando», reconoce el documento. Sin embargo, este repunte de la economía se estanca a medio plazo al crecer solo una décima más por año (1,7% en 2016, el 1,8% en 2017, el 1,9% en 2018 y el 2% en el 2019). Estos datos contrastan con la previsión más optimista enviada por el Gobierno a Bruselas y donde ya recoge un crecimiento del 3% en 2017. Además, las tasas de crecimiento del FMI para esos años complicarían enormemente el objetivo de acelerar el ritmo de la creación de empleo.

Y es que el informe señala al «elevado paro» como el principal «legado de la crisis» -junto a la deuda pública- y el gran obstáculo para la economía española. Así, el organismo internacional prevé un moderado descenso del desempleo hasta situarse en el 24,9% en 2014 y de 23,8% para 2015 (la tasa en el primer trimestre del año fue del 25,9%). Sin embargo, la ralentización del crecimiento lastrará la creación de empleo e impedirá que el paro baje del 20% hasta el 2019. En este sentido, el FMI reitera la idea de rebajar las cotizaciones sociales como fórmula para generar empleo. En concreto afirma que una reducción del 1% en este concepto provocaría un incremento del empleo de entre el 0,5% y el 1,5% en un periodo de tres a siete años. Además, el FMI insiste en la necesidad de profundizar en la reforma laboral «con el fin de mejorar la capacitación de los trabajadores, reducir la dualidad entre temporales e indefinidos y descentralizar la negociación salarial y colectiva a nivel de cada empresa y sector para hacer más inclusivo y adaptable el mercado laboral a las condiciones económicas». El FMI también insiste en que estas reformas del mercado laboral deberían ir acompañadas de una «liberalización de los mercados de productos y servicios».

Dudas sobre la reforma fiscal

Pero el apartado donde el informe muestra más claramente sus dudas y reticencias es en lo relativo a la reforma fiscal. A pesar de que advierte de que una «valoración completa requerirá más detalles», el organismo internacional recela de una reforma «que pierde ingresos» por la bajada de impuestos y lamenta que no sea neutral, algo que proponían los expertos de la Comisión Lagares. Para compensar este aspecto, los técnicos del FMI recurren a la misma melodía que la Comisión Europea o la OCDE y a la que el Gobierno no quiere ni escuchar: subidas de tasas, de impuestos medioambientales e incremento del IVA. En concreto, la reclasificación de los productos gravados al tipo superreducido (4%) y reducido (10%) al tramo general (21%).

Por otra parte, el organismo internacional también mejora la estimación de la evolución del déficit público para este año hasta el 5,7%, dos décimas menos que el anterior pronóstico, pero todavía superior al 5,5% marcado por el Ejecutivo. Por su parte, cree que la corrección del déficit continuará en los próximos años y bajará al 4,7% en 2015, al 3,8% en 2016 y al 2,9% en 2017. Es decir, que prevé que se baje del 3% un año más tarde que el Gobierno. También contradice los datos enviados por el Gobierno a Bruselas en cuanto a la deuda. El FMI considera que las cifras más altas llegarán en 2016 y 2017, cuando alcanzará el 102% del PIB. A partir de entonces volverá a bajar hasta situarse en el 100% en 2019. El Gobierno defiende que bajará de esa barrera psicológica en 2017.