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«El yihadismo no ganará si defendemos con firmeza nuestro modelo de civilización»
«La ribera sur del Mediterráneo es motivo de preocupación», asegura el jefe del Cifas, el servicio de inteligencia militar español Francisco José Gan Pampols Director del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas
SANTANDER. Actualizado: GuardarAl general de división Francisco José Gan Pampols (Figueras, Gerona, 1959) no le gusta que le llamen espía. Nada. Define su labor y la de sus hombres (cuyo número no desvela) como la de un recolector y analista de información, le quita encanto y le pone «mucho trabajo», le resta exclusividad -«el 80% de lo que recopilamos procede de fuentes públicas»- y destaca, sobre todo y por encima de todo, lo que denomina el 'factor humano'. «Puedes tener toda la información que quieras, pero si no sabes analizarla, relacionarla y aplicarla a tus objetivos no vale para nada». El Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (Cifas), que dirige desde hace un año, tiene como misión general recopilar inteligencia en el exterior sobre las posibles amenazas para España y como objetivo concreto apoyar los despliegues de las Fuerzas Armadas en las misiones en el exterior. En este contexto, analizando los últimos sucesos de Irak, cree que la batalla global contra el yihadismo se puede ganar «mientras tengamos el firme propósito de defender nuestro modelo de civilización».
-Cuando observa el mapa del mundo ¿qué países mira con más preocupación desde su atalaya del Cifas?
-Yo miro con preocupación los países que preocupan a mi superior [el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante general Francisco García Sánchez]. La Estrategia Nacional de Seguridad contempla unos intereses y zonas que son de vital importancia para España y en función de esa focalización el Cifas mira en primer lugar a la franja del Magreb (norte de África) y luego al Sahel (África subsahariana). En estas regiones están los países que tienen ahora un mayor nivel de presión en algunos aspectos y concentran ámbitos de inestabilidad y violencia creciente. Lo que allí pasa se proyecta hasta nuestra zona de interés esencial como son los territorios y plazas de soberanía (Ceuta y Melilla y otros enclaves), los archipiélagos y el resto del territorio nacional. Luego está el cuerno de África y Centroáfrica donde también hay despliegues nuestros. También Oriente próximo -en el Líbano España manda ahora una brigada multinacional encuadrada en la misión UNIFIL de Naciones Unidas- y , además, tenemos intereses propios como Iberoamérica e intereses compartidos por nuestras alianzas, como la Unión Europea y la OTAN, cuyo concepto de defensa mutua nos obliga.
-Se refería a la ribera sur del Mediterráneo. Se anota con preocupación la salida de ciudadanos españoles para luchar en la yihad en Siria. ¿Ustedes están controlando estos desplazamientos y, sobre todo, son motivos de preocupación creciente?
-Estos fenómenos de radicalización, que se dan sobre todo en los países del Magreb, han tenido un ejemplo determinante en Siria. Desde el punto de vista de la inteligencia, el Cifas no tiene el foco en este tema porque para nosotros no es una amenaza que venga del exterior, que es nuestra encomienda de trabajo y nuestra dedicación. Otra cosa son el resto de los servicios de inteligencia y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que están muy preocupadas por este asunto, no por el hecho del número o la actividad que desarrollen en Siria, por ejemplo, sino por el retorno de la zona de guerra de combatientes con pasaporte español o comunitario que han adquirido determinadas habilidades que pueden, dada su radicalización, intentar aplicar aquí.
-¿Pero es un problema grave?
-Sí. Es un tema que preocupa y mucho porque se calcula que puede haber aproximadamente 2.000 combatientes del conjunto de Europa que están ahora en Siria y en Irak.
-¿No produce un cierto desánimo comprobar que años de esfuerzos en Irak parece que se van por la borda en estas últimas semanas?
-Hay que tener en cuenta el equilibrio interno de fuerzas en Irak entre kurdos, sunitas y chiítas. La intervención exterior puede pacificar un país, pero no suplantar a sus gobernantes legítimos, que son los que tienen que poner remedio a los problemas y en eso el Gobierno iraquí ha demostrado pocos resultados.
-A veces parece que el yihadismo va ganando la batalla o, por lo menos, algunas escaramuzas notables.
-Yo creo que mientras tengamos el firme propósito de defender nuestro modelo de civilización, eso no pasará.
«007 es pura fantasía»
-El Cifas cumple ahora diez años. ¿Cómo están de medios, dado el amplio despliegue que se les exige?
-Tenemos lo que necesitamos, aunque no rechazaríamos más (sonríe). Ni pedir ni rehusar. [Parafrasea aquí el poema Calderón de la Barca sobre el soldado de la infantería española. 'Aquí la más principal/hazaña es obedecer/y el modo como ha de ser/es ni pedir ni rehusar'].
-¿Se reconocen ustedes cuando les llaman espías?
-No. No somos espías, somos captadores y analistas de información. La recopilamos, en un 80% desde fuentes abiertas, en internet, libros, publicaciones de todo tipo, fuentes oficiales, en la calle al alcance de cualquiera que sepa buscarla. Después la relacionamos, la analizamos con especialistas, cribamos lo que interesa y la damos el curso adecuado.
-Menos excitante que en las películas, por lo que parece.
-Hollywood ha hecho mucho daño a la imagen de los espías. Las películas de 007 son pura fantasía. Nuestro trabajo no es nada misterioso ni ilícito, no nos dedicamos a secuestrar a nadie para interrogarle torturándole o inyectándole el suero de la verdad ni cosas de esas. La obtención de información de utilidad para la seguridad nacional y la seguridad de nuestras tropas no implica una labor oscura. Es justo lo contrario. Es mucho más determinante trabar confianza con un vecino, saber escuchar en la calle, tener buenos contactos con los notables de la comunidad en la que estás, por ejemplo Líbano. Lo más importante puede estar ante ti y no saber verlo, para eso hay que estar sobre el terreno, pero no robando documentos en oficinas por la noche.
-Pero si se cae un papel seguro que lo cogen.
-Hombre, claro (risas). Si se cae lo recogemos y lo leemos y a lo mejor hasta le preguntamos más cosas al dueño. Lo importante estar allí, conocer los riesgos y las oportunidades y poner los medios para evitar unos y aprovechar otras. Para eso se necesitan muchas horas y constancia.
-¿Y como están de factor humano? ¿Quiénes componen el Cifas?
-La plantilla está integrada por personal de los tres ejércitos y también por civiles procedentes de la Administración general del Estado y de ámbitos especializados. Cuando tenemos necesidades concretas acudimos a expertos de la administración.