El mercado alternativo bursátil entra en pánico tras el derrumbe de Gowex
Los inversores castigan con dureza a casi todos los valores del MAB, que cuatro empresas quieren abandonar para saltar al mercado continuo
MADRID. Actualizado: GuardarEl escándalo de Gowex ha extendido el pánico por el mercado alternativo bursátil (MAB). Salvo puntuales excepciones, el valor de las 19 compañías que en estos momentos cotizan en el MAB ha sufrido un importante deterioro, que en algunos casos supera el 20%. La noticia de que la joya de la corona del MAB había cimentado su crecimiento sobre unas cuentas falsas ha originado un terremoto de imprevisibles consecuencias en un mercado del que muchos inversores y empresas ya quieren huir, bien por miedo, bien por motivos de reputación. Ayer, cuatro de estas compañías anunciaron (o se reafirmaron en sus ya previstos planes) que preparan su salto al mercado continuo: Carbures, Eurona, Ibercom (Masmóvil) y Ebioss.
Las dos primeras sufrieron desplomes del 20,79% y el 21,78% respectivamente sobre el valor de sus acciones. En un hecho relevante remitido al operador del mercado (Bolsas y Mercados, BME), Carbures -empresa tecnológica andaluza especializada en fabricación de piezas para motores- anunciaba la elección de Renta 4 Banco como coordinador de su salto al mercado continuo. Hacía público, además, el nombre de los bancos encargados de llevar adelante la Oferta Pública de Acciones (OPA) -de al menos 60 millones de euros- necesaria para pasar a cotizar en el mercado tradicional.
Eurona -empresa con un modelo de negocio muy similar al de Gowex- informaba por su parte que había llegado a un acuerdo con la italiana Wave Max para impulsar el despliegue de redes par servicios 4G en casa en España e Italia. De paso, anunciaba que el consejo de administración propondrá en la próxima junta de accionistas la posibilidad de pasar a cotizar en las bolsas de valores. Ebioss -empresa dedicada fundamentalmente a la gasificación a partir de residuos, y que el pasado año cerró con una facturación de 5,3 millones de euros- celebró ayer un consejo de administración «para hacer balance» de su primer año de cotización en el MAB. En la reunión decidía proponer la inclusión en el orden del día de la próxima junta de accionistas la delegación en el consejo para iniciar los trámites para el salto al mercado continuo. Y, de paso, ratificar a Baker&Tilly como auditora.
Por su parte, Ibercom (dueña del operador de telefonía Masmóvil) informaba de que, al igual que Carbures, había encomendado a Renta 4 Banco la misión de pasarse al mercado continuo, una estrategia adoptada por el consejo de administración el pasado jueves, cuando se intuía que la burbuja de Gowex estaba a punto de estallar. La decisión última deberá ser refrendada el próximo 4 de septiembre en una junta extraordinaria de accionistas.
Aunque se trate de movimientos estratégicos ya planeados, lo cierto es que el 'caso Gowex' ha dejado herida de muerte la credibilidad de un mercado nacido en 2008 con el objetivo de proporcionar una fuente de financiación a las pymes y 'startups' españolas como alternativa al crédito bancario, que ya por entonces comenzaba a cerrarse.
Requisitos
Los requisitos -y por tanto, los costes- para cotizar en el MAB son mucho menores que en el mercado continuo. En numerosos casos basta con presentar un simple documento informativo. Eso sí, las empresas que aspiran a entrar en el MAB tienen que designar un asesor que les ayude tanto en la salida como durante su permanencia en el mercado, y suscribir un contrato con un proveedor de liquidez que facilite la negociación. Al requerir menos información, los controles se hacen también más difíciles. En teoría, se trata de un mercado autorregulado, aunque el último eslabón en la cadena de responsabilidades lo constituye la Comisión Nacional de los Mercados y Valores (CNMV), que fue quien el pasado jueves suspendió la cotización de Gowex. Eso sí, tras dos días de desplome bursátil.
El de la firma tecnológica es el tercer gran fiasco que protagoniza el MAB en sus seis años de vida. El más sonado y reciente, el de Zinkia, la productora de Pocoyó, en concurso de acreedores. Los accionistas minoritarios responsabilizan al presidente, José María Castillejo, del debacle de la empresa por «su mala gestión». «Se trata generalmente de compañías con un negocio en expansión. Buscan financiación, y a veces su apuesta puede salir mal. Pero también puede pasar en el mercado continuo», sostiene Victoria Torre, responsable de Análisis y Producto de Selfbank, quien apuesta por «buscar algo más de equilibrio» entre el MAB y el mercado tradicional tanto en lo que se refiere a requisitos para entrar a cotizar como en los controles a los que deben ser sometidas las compañías.