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«Para pedir responsabilidad al Estado antes hay que dar ejemplo»
El responsable de la ONG señala que quienes más están sufriendo la crisis son los que notarán más tarde las mejoras económicas del país Antoni Bruel Coordinador general de Cruz Roja Española
MADRID. Actualizado: GuardarCruz Roja cumplió ayer, 6 de julio, 150 años en España, y su labor sigue siendo, como entonces, imprescindible. Su coordinador general, Antoni Bruel, asegura que hoy atienden a dos millones más de personas que en 2006 solo en el ámbito social. Aunque explica que su responsabilidad es hacer «todo lo que puedan» por los que lo están pasando mal, Bruel exige a los servicios públicos y a las administracionse «que no abandonen lo que han hecho hasta ahora».
-¿Cómo ha cambiado el perfil del que pide ayuda hoy a Cruz Roja?
-Ahora estamos volcados con los que más afectados están por la crisis porque tenemos la obligación de adaptarnos a las dificultades de la sociedad. Contamos con 1.200.000 socios que aportan una cuota de contribución periódica y con 210.000 voluntarios. Pero el número de beneficiariso ha subido muchísimo. Mientras que en el año 2008 atendíamos a 2.000 personas que vivían en la calle, en 2013 ayudamos a 30.000. Hoy 5.500.000 personas reciben algún tipo de ayuda de Cruz Roja. En el ámbito social, atendemos a 2.500.000 personas, mientras que en 2006 eran 800.000.
-¿El Estado ha dejado de cubrir necesidades que eran de su competencia?
-Hay temas que solo se les puede pedir a la Administración (como una operación quirúrgica), pero otras que están en una frontera que no se sabe muy bien a quién pertenecen. El problema es que esa frontera se ha movido en los últimos años. Nuestra responsabilidad es hacer todo lo que podamos pero exigimos que los sistemas públicos no abandonen lo que han hecho hasta ahora. No queremos ser plañideras de la crisis, queremos ser la solución, no parte del problema.
-¿Cada vez acuden más españoles a sus oficinas?
-Se atiende a más españoles que a inmigrantes. No es que haya menos inmigrantes recibiendo ayudas, sino que ha aumentado el número de españoles, lo que ha hecho cambiar las proporciones.
-¿Han notado una bajada importante de dinero público?
-A escala autonómica y local ha bajado mucho la ayuda. La estatal se ha mantenido y la internacional es la que más ha descendido. Hemos logrado mantener el presupuesto por el aumento de la solidaridad de las personas pero ha aumentado también el número de los que necesitan nuestra ayuda.
-¿Cómo llega una persona hasta las oficinas de la Cruz Roja?
-Nadie acude a nosotros si no ha agotado todos los pasos anteriores. Son personas en situaciones límite, a las que intentamos dar respuesta a largo plazo. El problema es que están muy alejadas de integrarse en la sociedad.
-¿Pero mejorará pronto la situación de estas personas?
-Aunque llegue una situación mejor en el plano macroeconómico, estas personas serán las últimas a las que les lleguen las mejoras. Los más alejados al sistema serán los que más tarden en mejorar, por lo que durante mucho tiempo existirá una brecha que tardará bastante en recuperarse. No solo hay que conseguir trabajo, también hay que recuperar la confianza de estas personas en el sistema.
-¿De qué modo se reparte la ayuda que usteden prestan a la sociedad?
-De los 2.500.000 de personas atendidas, el 60% de la ayuda se destina a cubrir necesidades básicas, como en casos de desahucios, pagar el recibo de la electricidad o la comida de los niños. Después, el 12% se dedica a la atención a los inmigrantes. Por detrás tenemos ayuda a niños y jóvenes, también a enfermos de VIH, personas en prisión y discapacitados. Además, atendemos al año a 15.000 mujeres maltratadas a las que les damos un teléfono por si les ocurre algo. Nuestro servicio de socorros y emergencias cuenta con 400.000 usuarios, atendemos a 25.000 personas en hospitales y tenemos 600.000 jóvenes en nuestros programas de prevención de enfermedades de transmisión sexual, buena alimentación y contra la violencia escolar.
-¿Se puede mejorar la situación?
-Lo más importante es que los ciudadanos cumplamos nuestras obligaciones, paguemos nuestros impuestos, primero hay que predicar con el ejemplo. Luego ya vendrá el momento de reclamar su responsabilidad al Estado. La primera solidaridad es el vecino que compra los libros del niño sin que éste se dé cuenta de que sus padres no pueden pagarlos. Las ONG damos las claves de entender la vida, pero no hay nada con más fuerza que el propio testimonio.
-¿Cómo fueron los inicios de Cruz Roja en España?
-Llevamos 150 años en el mundo y en España porque la ONG se fundó en 16 países, entre ellos el nuestro. Ahora estamos presentes en 189 países, y en España en 700 poblaciones. No tenemos motivos para celebrar nada por la mala situación que viven los ciudadanos, pero sí para conmemorar y agradecer todo su trabajo a los 210.000 voluntarios.