
Calma tensa en Estepa tras los altercados contra viviendas de familias gitanas
Los vecinos protestan por continuados robos en el municipio y el alcalde pide calma y que nadie se tome la justicia por su mano
SEVILLA. Actualizado: GuardarLas fuerzas de seguridad del Estado se mantienen en alerta en la ciudad sevillana de Estepa ante la revuelta de un grupo de ciudadanos que acabó este sábado incendiando viviendas de varias familias de a las que acusan de robos continuados en el municipio. Guardias viviles y policías locales mantienen vigilancia pese a la llamada a la calma ayer en la mañana del alcalde de la localidad, el andalucista Miguel Baena Fernández, quien fue abucheado por un grupo de vecinos tras su intervención.
El alcalde pidió a los vecinos que no se tomaran la justicia por su mano y manifestó que los robos están siendo investigados y ha habido varias detenciones, aunque no aclaró mucho más sobre ello.
Estepa es una localidad colindante a la A-92 ya cercana a la provincia de Málaga de alrededor de 13.000 habitantes y famosa por sus mantecados y aceite. Su población no es de las más afectadas por el paro y la vida aquí es muy tranquila, como la de la mayoría de estas agro ciudades andaluzas. Una tranquilidad alterada en los últimos meses por una oleada de robos pequeños en industrias y hogares de los que responsabilizan a varias familias del pueblo.
Alrededor de 300 vecinos protagonizaron el sábado una protesta sin autorización gubernamental convocada por las redes sociales y que acabó delante de las casas. Varios vecinos asaltaron seis de estas viviendas para recuperar objetos robados e incendiaron dos de ellas. Sus moradores se habían marchado antes y no hubo desgracias personales.
La pertenencia a la etnia gitana de las familias ha hecho temer un conato de violencia racista y que el alcalde saliera ayer a pedir la calma de los vecinos. «No se puede caer en la tentación del ojo por ojo», dijo Miguel Baena, según Efe, solicitando de forma encarecida a los vecinos que utilizaran la vía de la denuncia.
Los vecinos creen que no es suficiente porque ya lo llevan haciendo dos años, desde que empezó la oleada de robos. El mismo edil admitió que al menos hay unas 50 denuncias por hurtos en industrias y viviendas. Incluso el mismo Ayuntamiento ha sufrido robos de cableado eléctrico.
Okupas
En paralelo a la llamada a la calma el edil ofreció datos como que las familias ocupan de forma ilegal cinco de las seis viviendas y que dos de ellas son de la Junta de Andalucía. También informó de que el Ayuntamiento ha denunciado a la Fiscalía de que hay menores en las familias sin escolarizar.
Grupos de vecinos se concentraron ante el Ayuntamiento y algunos abuchearon al alcalde, pese a la defensa de este de su labor con la Subdelegación del Gobierno para solucionar el conflicto.
Los vecinos rechazan que se les tache de racistas por tratarse de familias de etnia gitana. La misma opinión vertió el alcalde. «Estepa no es racista», dijo para justificarque los incidentes se debieron a la crispación y la ira de «una minoría de vecinos» a causa de los robos.
Estos insistieron en la desesperación y la impotencia ante el goteo de robos y maldades. Relataron que algunos miembros del clan señalado cometen fechorías como desenchufar los congeladores de los comercios para que se estropee la mercancía, entre otras cosas más escabrosas, según Efe. Los vecinos que asaltaron las casas recuperaron objetos como máquinas de coser, televisores y material informático que aseguran que fueron robadas de sus propios hogares.