Libertad sin democracia
Actualizado: GuardarYa han pasado 17 años desde que Hong Kong fue devuelto a China tras más de un siglo de ocupación británica. Bajo el principio de «un país, dos sistemas», esta próspera ciudad de siete millones de habitantes ha vivido su particular libertad sin democracia, más concentrada en su lucrativo papel como centro financiero de Asia que en sus aspiraciones políticas. Aunque este enclave disfruta de más libertades y derechos que el resto de China, los tiempos y, sobre todo, la mentalidad de los jóvenes están cambiando. En Hong Kong no impera la censura que bloquea internet y la libertad de expresión está garantizada, pero sus habitantes no pueden elegir a su jefe ejecutivo. Un derecho que tampoco tenían durante la época colonial, pero que los jóvenes hongkoneses, que ocupan los primeros puestos de los rankings mundiales de educación, reclaman con más fuerza que sus padres. Diecisiete años después de su devolución a China, Hong Kong no se conforma con su libertad, quiere democracia.