Quince minutos de alto el fuego entre Horrach y Castro
El juez llegó a felicitar a su examigo por el éxito de obtener la confesión del contable
MADRID. Actualizado: GuardarDicen que José Castro se quedó de piedra cuando ayer a las doce del mediodía en punto Pedro Horrach se plantó en su despacho de la segunda planta de los juzgados de Palma para entregarle en persona el escrito del contable.
Horrach entró sin avisar en el juzgado, como hacía antaño, cuando juez y fiscal eran uña y carne y aquellas visitas inesperadas eran el pan de cada día. No fue un encuentro cariñoso entre los dos viejos examigos y hoy enfrentados a muerte por la imputación de la infanta, pero sí que fue «cordial».
Los dos evitaron en todo momento sacar a colación el tema de la hermana del Rey. Y, sobre todo, no hubo ni una palabra del durísimo escrito de Horrach lleno de reproches personales a Castro o del reto público del juez al fiscal para que se querellara contra él por prevaricación. Ni mención a que su guerra personal casi provoca un enfrentamiento institucional entre el Poder Judicial y la Fiscalía.
Quince minutos de «charla distendida» sin referencias incómodas y en la que el Castro, incluso, llegó a felicitar al fiscal por su éxito al obtener la confesión del contable.
Después de más de un año de desencuentros con Cristina de Borbón en el centro de su enemistad, por primera vez hablaron del proceso. De los plazos para tramitar los escritos de acusación, de lo cerca que está de concluir otra pieza del sumario Palma Arena, la 4.... «De temas muy aburridos», en palabras de Horrach.