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El Parlamento alemán impone un salario mínimo de 8,5 euros por hora
No menos de 3,7 millones de trabajadores se beneficiarán de la nueva ley, que sin embargo no mejorará la situación de los menores de 18 años
BERLÍN. Actualizado: GuardarDespués de diez años de debate y lucha sindical, Alemania cuenta ya, como la gran mayoría de los países europeos, con un salario mínimo interprofesional que, además, no diferencia entre los ciudadanos del este y el oeste, como sucede aún con convenios colectivos o pensiones, y siempre en perjuicio de los germanoorientales. El Bundestag, el Parlamento federal, aprobó ayer con una mayoría abrumadora la introducción de un salario mínimo de 8,50 brutos euros por hora, tras salvar en fechas recientes los últimos escollos entre las formaciones de la 'gran coalición' e introducir nuevas excepciones.
Un total de 535 diputados dieron luz verde a la ley que entrará en vigor el 1 de enero de 2015, mientras cinco la rechazaron y 61 se abstuvieron. Con la aprobación parlamentaria del salario mínimo, los socialdemócratas (SPD), socios menores en la coalición que dirige la canciller cristianodemócrata Angela Merkel, cumplen con su principal promesa electoral seis meses después de formarse el Gobierno de Berlín. E impulsan una pequeña revolución social en un país que tradicionalmente ha privilegiado el entendimiento entre patronal y sindicatos.
De la nueva ley se benefician no menos de 3,7 millones de trabajadores que cobraban hasta ahora en algunos casos salarios bastante inferiores a los 8,50 euros la hora. Pero la norma no mejorará la situación de los menores de 18 años ni la de los parados de larga duración, que deberán esperar 6 meses desde la firma de un nuevo contrato laboral para poder acceder al mínimo salarial. Quedan fuera también los repartidores de periódicos, que en Alemania reciben los abonados a domicilio de madrugada. Estos profesionales deberán esperar hasta 2017 para alcanzar la nueva situación. Los 8,50 euros por hora sí llegarán a los trabajadores temporeros de la agricultura, aunque sus patronos podrán descontarles del sueldo comida y cama en el caso de que atiendan estas necesidades.
Una comisión para el futuro
Será, sin embargo, la primera y última vez que el parlamento germano interviene para establecer el salario mínimo. A partir de 2016 y cada dos años se encargará de negociarlo una comisión formada por representantes de la patronal y los sindicatos. La ministra federal de Trabajo, la socialdemócrata Andrea Nahles, trató durante las negociaciones de evitar cualquier tipo de excepción o discriminación, aunque finalmente tuvo que ceder a las presiones de la Unión de Merkel, reticente desde un principio a inmiscuirse en una materia que considera responsabilidad de quienes negocian los convenios, y aceptar las excepciones impuestas.
Pese a todo, el presidente del SPD, ministro federal de Economía y Energía y vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, subrayó tras la votación que se trata de «un día histórico para Alemania» al haberse alcanzado «un gran progreso social». Con el acuerdo alcanzado, el salario mínimo en Alemania será de casi 1.400 euros brutos mensuales y de 16.800 euros brutos al año, casi la mitad de la media de lo que gana un trabajador en este país, 31.089 euros brutos en 2013. La nueva ley devuelve un poco su dignidad a los ciudadanos de este país que trabajaban hasta ahora por menos de 5 euros la hora, un ejército de 1,4 millones de personas mal pagadas, y los que cobraban entre 5 y 8,50 euros la hora y que sumaban mas de 2,3 millones de trabajadores.