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Las colas desaparecen durante las visitas oficiales a Gibraltar
SEVILLA. Actualizado: GuardarLa comisión de inspectores de la Unión Europea que ha visitado la frontera de Gibraltar plantea crear un observatorio permanente en la Verja que controle de manera continua la situación. La idea, que parte de los colectivos sociales de ambos lados, organizados en el Grupo Transfronterizo, ha sido bien acogida por el Gobierno andaluz y por el de Gibraltar, mientras que el Ejecutivo central no se ha pronunciado.
El observatorio permanente vendría a radiografiar una situación que está bajo sospecha y que se refiere a la arbitrariedad de los controles: durante la visita de los inspectores comunitarios el paso de personas y vehículos por la frontera fue fluido y cuando éstos se marcharon volvieron las retenciones, de más de media hora a las nueve de la noche.
Así lo hizo notar ayer el consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, al apoyar la propuesta del observatorio permanente comunitario. Jiménez Barrios dijo que «las batallas políticas mediáticas no justifican el sufrimiento de la gente» en la comarca. Aunque comparte la necesidad de luchar contra el contrabando, una de las razones esgrimidas para los controles, la Junta cree que éstos no deben causar perjuicio a la población de la zona y que el observatorio de la UE obligaría a flexibilizar el tránsito.
También el Gobierno de Gibraltar calificó de «afrenta a la inteligencia y dignidad de las personas» el hecho de que «España deje de provocar colas» cuando hay visitas oficiales a la frontera, según recoge Europa Press. El gabinete de Fabian Picardo ha constatado que «desde el 1 de septiembre de 2013 solamente los días 1 de enero y 18 de mayo se ha podido salir y entrar sin colas» y que tampoco las hubo dos días seguidos, 1 y 2 de julio, en que visitaron la Roca el ministro británico para Europa, David Lidington, y los inspectores de la UE. Por contra, dice un comunicado, el 11 de junio se batió el récord de espera, cinco horas y cuarto. La media de junio ha sido de 95 minutos. Eso demuestra, dice, que los controles son «políticos y no responden a criterios serios de protección del espacio Schengen».
Por otra parte, Jiménez Barrios puso de manifiesto que el Gobierno español aún no ha comenzado las obras en la aduana a las que se había comprometido ante la UE.