Los obispos insisten en que la identidad sexual no se elige

La jerarquía católica española volvió ayer a rechazar la ideología de género y aseguró que la identidad sexual es un don que se recibe de Dios, «no está sujeto a elección». El catecismo 'Testigos del Señor', editado por la Conferencia Episcopal y dirigido a niños entre 10 y 14 años, señala que «a cada persona le corresponde aceptar su propia identidad sexual: ser hombre o ser mujer, según el proyecto de Dios, y caminar hacia un amor plenamente humano».

En este sentido, el secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, insistió en que el concepto de ideología de género «no rige para la Iglesia católica». «La Iglesia tiene muchos siglos de historia y un catecismo es la quintaesencia de lo que la Iglesia cree, vive y ora», apostilló.

«Algunos creen erroneamente que cada uno puede optar o elegir la orientación sexual independientemente del cuerpo con el que ha nacido. Pero la identidad sexual no se elige, es un don que se recibe. No somos creadores de nosotros mismos. Dios es el único Creador», dice el texto.

La doctrina católica no es un 'tutti frutti' ni una religión a la carta, sostuvo el portavoz del episcopado. Si se cae en este tipo de rebajas, no se entrega a los jóvenes la fe, sino un «sucedáneo».

Por ello, si la Iglesia católica optara por integrar corrientes de pensamiento extrañas a su tradición convertiría el catecismo en un periódico, en un producto viejo, perecedero y que «sólo sirve para envolver».

Por su parte, la Confederación Española de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (Colegas) lamentó «profundamente» que la Conferencia Episcopal «continúe condenando» las relaciones homosexuales en el nuevo catecismo para adolescentes. Colegas considera que el libro introduce una novedad, como es «la condena explícita de la transexualidad».