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A Conchita le sobran las palabras
La cantante dijo cuatro palabras en inglés como pregonera del Orgullo Gay, pero convenció a todos con su verbo
MADRID. Actualizado: GuardarLlegó, vio y venció. Barba bien perfilada, melena lacia, vestido blanco y ajustado, Conchita Wurst se ganó al público congregado en la pequeña plaza de Chueca sin necesidad de grandes dotes de oratoria. A ella le correspondía pronunciar el pregón de las fiestas del Orgullo Gay de Madrid, pero la estrella de Eurovisión fue parca en palabras. Hablaba en inglés y no se la entendía demasiado bien, lo cual no fue obstáculo para que los allí reunidos la aclamasen y piropearan con gritos de «¡Guapa!» y «El orgullo es nuestro». Fue la novia perfecta para la ocasión, el objeto de deseo entre los cientos de personas que se arracimaciban para ver a la nueva musa del movimiento gay.
«Eurovisión no lo gané yo, lo ganamos todos nosotros», dijo Conchita a la multitud. La cantante expresó su emoción por ejercer de pregonera en una de las capitales del orgullo gay en Europa y foco de atracción del turismo homosexual.
Tras el escueto discurso de la ganadora de Eurovisión, interrumpido por los gritos y aplausos de la gente, Conchita cantó una estrofa de la canción 'I am telling you, I'm not going', animada por sus fans, quienes la incitaron a que demostrara por qué se erigió en la triunfadora de un festival que cosecha devotos entre la comunidad gay.
Boti García Rodríguez, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), fue quizá la oradora más vehemente y crítica al hacer uso de la palabra. La dirigente de la FELGTB cargó varias veces contra la alaldesa de Madrid, Ana Botella, que ha puesto muchos impedimentos para que los homosexuales celebren su fiesta, desde límites estrictos al ruido hasta obligación de celebrar ciertas actividades fuera de la emblemática plaza de Chueca. Como no podía ser de otro modo, los congregados regalaron los oídos de la artífice de la teoría de las peras y las manzanas con una sonora pitada. Al grito de «¡Botella, dimisión» y abucheos con la sola mención del nombre de la regidora, la plaza dejó claro que la munícipe no es de su agrado. Ya existían fundadas sospechas de que los gais siempre ven a Botella medio vacía. La líder de la FELGTB dijo que para este pregón sólo tenían autorizado armar follón por debajo de los 55 decibelios. Pero el día del desfile el jaleo va a ser más sonado. En el pregón se vio mucha bandera del arcoíris, alguna señora en bata y profusión de torsos masculinos desnudos.