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Erdogan quiere ser presidente
ESTAMBUL. Actualizado: GuardarEl primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, desveló ayer lo que todo el mundo daba ya por sentado. Después de once años al frente del Gobierno, dará el salto a la lucha por la presidencia del país en las elecciones que se celebrarán los próximos 10 y 24 de agosto (en primera y segunda vuelta). El Partido Justicia y Desarrollo (AKP) presentó su candidatura ante 4.000 miembros de la formación islamista reunidos en la Cámara de Comercio de Ankara, en un acto retransmitido en directo por las principales cadenas de televisión nacionales.
Erdogan tenía que abandonar cualquier aspiración a continuar en el cargo de primer ministro después de las legislativas previstas para 2015, ya que una regla interna del AKP impide a sus dirigentes encadenar más de tres legislaturas en el mismo puesto. Pero había dejado claro que no pensaba retirarse de la política. Por eso, su presentación oficial como candidato a la Presidencia, que según todos los sondeos podría ganar incluso en la primera vuelta, apunta a un futuro cambio en la función simbólica que tradicionalmente ha caracterizado a este puesto.
Ese al menos es el objetivo de Erdogan. Sin embargo, es algo que sólo se podrá conseguir con una reforma de la Constitución turca que requiere de una mayoría de dos tercios en el Parlamento. Y el AKP, que ahora no tiene esa fuerza, deberá alcanzar los votos suficientes en 2015 si quiere hacer realidad los planes de Erdogan. No será fácil conseguirlo sin su carisma e influencia, pues para entonces, si se ha convertido ya en presidente, por imperativo legal habrá tenido que abandonar el partido. Será difícil buscarle un sustituto, tal vez el más querido por los ciudadanos sea el actual presidente, Abdulah Gül, pero habrá que vencer su reticencia a que se produzca un «intercambio de sillones», como dijo recientemente.
Mientras el AKP se enfrenta a su incierto futuro, Recep Tayyip Erdogan prepara sus cartas para arrasar a unos rivales que no le quitan el sueño. Ekmeleddin Ihsanoglu es el candidato de consenso entre los dos mayores partidos de la oposición, el socialdemócrata CHP y el nacionalista MHP. Pero el pasado de este académico de 70 años como secretario general de la Organización de la Cooperación Islámica provoca recelos en el sector más laico del CHP. También luchará por la Presidencia Selahattin Demirtas, al frente del prokurdo Paz y Democracia (BDP), apoyado por una minoría.
Las elecciones de agosto, las primeras presidenciales directas que se celebran en Turquía, serán un buen barómetro para saber hasta qué punto la ciudadanía perdona la deriva autoritaria de Erdogan, muy criticado en los últimos meses por sus maniobras para controlar Internet.