«Un millón de amas de casa» se apunta al paro por el subsidio, según Rosell
Al presidente de la patronal no le parecen «del todo serias» las estadísticas de desempleo y tacha de antigua la negociación colectiva
MADRID. Actualizado: GuardarLos representantes de los empresarios están intensificando sus consignas en las últimas semanas para convencer al Gobierno de la necesidad de una segunda reforma laboral. Ayer fue el propio presidente de la CEOE, Juan Rosell, quien abogó por ello aunque intentando esta vez edulcorar sus palabras. «No pedimos una vuelta de tuerca -dijo-, sino «una apertura al siglo XXI porque la economía realmente es distinta y nos hemos de adaptar subsectorialmente».
Pero poco tardó el presidente de la patronal en desatar la polémica al criticar tanto la forma en que se computa el paro en España como la distribución de ayudas públicas a sus afectados. Según él, cerca de «un millón de amos y amas de casas» se han apuntado en los últimos tiempos a las listas del desempleo «para ver si pueden cobrar algún tipo de subsidio». Y es que -abundó-, «aunque se diga lo contrario», el peso del Estado de bienestar se mantiene en niveles parecidos, medido en lo que suponen sobre la población (31%) los colectivos subvencionados como parados, pensionistas... e incluso funcionarios, «pero ese es otro debate y otro tema», apuntó.
El problema, continuó, es que «cuando hablamos de parados en Europa no lo hacemos de lo mismo». Eurostat tiene sus estadísticas, explicó Rosell, pero luego cada país también usa las suyas propias. Así, por ejemplo, en España se generan diferencias «gravísimas» entre el computo del Ministerio de Empleo y el que utiliza el INE, algo que no le parece «del todo serio». A ese respecto, puso sobre la mesa la posibilidad de excluir de las listas del desempleo a los prejubilados.
No es el único soporte del mercado laboral que el líder de la CEOE cambiaría. A la negociación colectiva, que tachó de antigua por estar «anquilosada en el pasado», dijo que «hay que darle la vuelta como un calcetín». Eso sí, repartió culpas entre sindicatos y empresarios «porque no somos lo suficientemente valientes para poner un papel en blanco sobre la mesa». «Tenemos algunos convenios de hace 30 años, con 200 páginas, que no entendemos, pero que seguimos firmando», añadió para justificar una reforma que, sin embargo, reconoció que se presenta «complicada».
Por su parte, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, adelantó ayer también en los cursos de verano de FAES que junio fue el décimo mes consecutivo «creando empleo neto en términos desestacionalizados», lo que se reflejará en un aumento de los afiliados a la Seguridad Social.