Sociedad

Amos Oz y su hija creen que el linaje de los judíos son los libros

Escriben un ensayo en el que afirman que la Biblia puede ser leída desde una óptica laica, pues encierra lecciones políticas y filosóficas

MADRID. Actualizado: Guardar
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La idiosincrasia del pueblo judío se fundamenta en la palabra y en la transmisión a los hijos de la herencia intelectual. Antes que un linaje basado en la pureza de la sangre y los cromosomas, existe una ascendencia que se asienta en los libros. Por eso se dice que el judaísmo es más una civilización que un credo. Ésta es la tesis que mantienen el escritor Amos Oz y su hija, la historiadora Fania Oz-Salzberger, en el ensayo 'Los judíos y las palabras' (Siruela).

«El alumbramiento y la crianza de los hijos han sido siempre preocupaciones cardinales, por no decir obsesiones, para las mujeres judías, desde la matriarca Sara hasta las actuales mujeres de carrera», argumenta Oz-Salzberger. Para esta estudiosa del judaísmo, que aborda la historia de este pueblo desde una perspectiva laica y no creyente, la supervivencia de los judíos tras sucesivas persecuciones y pogromos estriba no en la continuidad genética, «sino en la ley, la narración y la gran cadena de la memoria». «Nuestra escala de medir está hecha de palabras», apostilla.

Muchos de los textos judaicos, aunque tengan una naturaleza religiosa, transcienden su carácter teológico, de modo que de ellos se pueden extraer lecciones jurídicas, políticas, filosóficas, históricas y, claro está, morales. «Cuando en 2011 se produjeron protestas en las calles de Tel Aviv, no pocos jóvenes utilizaban la Biblia como texto para defender la igualdad, la justicia económica y el Estado de derecho».

Los Oz entiende que la Biblia puede ser leída como producto de una creación humana. Si se proscribiera a Dios en el Corán o el Nuevo Testamento, estos textos sagrados quedarían en nada. Sin embargo, la Biblia hebrea permite una lectura no devocional. «Conmueve y apasiona de un modo comparable a las grandes creaciones literarias. Ningún poema ha dejado grabado, de forma tan efectiva, un código legal, ni ha trazado tan convincentemente una ética social», escriben padre e hija.