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Níger desmantela una red de tráfico de recién nacidos
Esposas de varios altos cargosestán implicadas en una trama que secuestra y viola a jóvenes para dejarlas embarazadas y comerciar con los bebés
Actualizado: GuardarLa Policía Judicial nigerina interrogó a las esposas de altos dirigentes de país africano por su implicación en el tráfico de recién nacidos. Los cuerpos de seguridad locales hallaron en sus domicilios a treinta pequeños de procedencia desconocida y, en una operación conjunta con las autoridades de la vecina Nigeria, origen de los menores, se descubrieron locales donde se mantenía secuestradas a jóvenes que eran violadas para dejarlas embarazadas, fenómeno conocido como la 'fábrica de bebés'. Entre los presuntos implicados en el comercio ilegal se encuentran las mujeres del presidente de la Asamblea Nacional y del ministro de Agricultura, así como las tres del exdirector del banco SoniBank y la del secretario general de la Cámara de Comercio.
La falta de documentación oficial que acredite su maternidad resulta sospechosa, según el procurador de la república sahelina. Las pruebas de ADN determinarán si hay vínculos filiales entre las mujeres y las criaturas, y si se procesa a las veinte personas relacionadas con la red. También permanecen detenidos un alcalde y varios funcionarios que, según los primeros datos, se encargaban del registro de los menores.
La proliferación de estas prácticas provocó la creación de la Naptip, una agencia gubernamental nigeriana empeñada en la lucha contra una lacra que supera las fronteras de la potencia africana. A lo largo del pasado año se descubrieron y desmantelaron varias 'fábricas de bebés', fundamentalmente en los estados del sudeste. Las víctimas suelen ser atraídas a estos centros con la promesa de futuros pagos por los hijos concebidos o secuestradas y forzadas en locales donde permanen hasta dar a luz. En algunos casos también se ofrece dinero y asistencia durante el parto a gestantes solteras repudiadas por sus familias o incluso estas chicas son vendidas por los propios progenitores.
En mayo de 2013, un hombre de 23 años fue apresado por retener a 17 muchachas de entre 14 y 17 años a las que había dejado encintas para comerciar con los bebés y, paralelamente, los agentes rescataron a once pequeños de una aparente institución benéfica que trataba de venderlos. La pobreza de amplios sectores y la falta de servicios sociales favorecen este tráfico, también impulsado por el crecimiento de la demanda de adopciones, tanto internas como desde otros países. Las operaciones policiales acreditan la implicación de personal sanitario, hospitales y orfanatos privados.
Un niño por 1.300 euros
Los testimonios de las liberadas hablan de que los pagos varían entre 100 y 135 euros en función del sexo del feto, con preferencia por los varones, y que los gemelos son separados para evitar la maldición que algunas costumbres étnicas asocian con este tipo de nacimientos. Los bebés se suelen ofrecer a los clientes por cantidades que superan los 1.300 euros y, además de la adopción, su destino puede ser el mercado de órganos o el sacrificio en los ritos de brujería.
La trata humana es el delito más frecuente en Nigeria, tras la corrupción y el narcotráfico, según la Unesco. Entre las actividades clandestinas están las 'fábricas de bebés' pero también la compraventa de menores para el trabajo doméstico, su empleo en campos o minas o la venta ambulante. El servicio doméstico y el comercio sexual son los destinos de la mayoría de las muchachas y el 40% de los niños que mendigan en la calle pertenece a redes dedicadas al tráfico y explotación. El mismo estudio de la agencia de Naciones Unidas denuncia que la república del golfo de Guinea abastece la demanda generada por la prostitución en numerosos países del mundo, incluida España.